El comentario más mordaz de Ana Rosa Quintana a una monja 'rebelde' que indigna a un grupo de clarisas

La comunidad religiosa de las Clarisas de Belorado, ubicadas entre Burgos y Orduña (Vizcaya), han sorprendido a toda España con la noticia de que han decidido abandonar la Iglesia Católica. Dichas religiosas han sorprendido a los medios comunicando su firme intención de dejar de estar bajo la tutela del catolicismo, bajando a regirse por la jurisdicción de Pablo de Rojas Sánchez-Franco y su llamada Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, una escisión que no se regiría por el Vaticano de Roma y cuyo líder fue excomulgado en el pasado. 

Sor Isabel de la Trinidad, madre abadesa de esta comunidad de clarisas “rebeldes” aparecía como portavoz del resto de monjas, quienes estarían de acuerdo con la idea de separarse en firme de la Iglesia tal y como conocemos todos: “Se han ido sucediendo acontecimientos de mucha envergadura, que han ido golpeando el alma de las hermanas contemplativas, un alma habituada a la profundidad” admitía la religiosa, afirmando no reconocer al Papa actual, recogiendo en su proclama, considerar como último pontífice válido a Pío XII.

El comentario más gracioso de Ana Rosa Quintana a una monja 'rebelde' que indigna a un grupo de clarisas

‘TardeAR’ hablaba en exclusiva con estas mojas “rebeldes” con las que el formato televisivo de las tardes de Telecinco habría decidido contactar para que explicasen los motivos que les habrían llevado a verter numerosas críticas no solo al Vaticano, sino a distintos Papas a los que han llegado a acusar hasta de herejía. Las hermanas han abierto la entrada al programa, queriendo hablar para el directo desde su convento de Belorado.

Sin bajarse del apelativo de “monjas rebeldes” con el que a las religiosas les gusta que se las reconozca, Ana Rosa Quintana ha charlado de un modo distendido con estas mujeres que han querido romper lazos con la Iglesia y que aseguran sentir profundas discrepancias con la teología que promueven. 'TardeAR’ ha entrevistado a estas clarisas que han contado bastante indignadas el motivo oculto por el que habrían decidido separarse de las doctrinas clásicas desde la congregación: Sus discrepancias económicas con la Santa Sede.  

La portavoz de estas monjas indignadas ha afirmado encontrarse en una situación de precariedad de lo más alarmante que no les dejan subsanar desde el propio Vaticano —que coagula sus planes más inmediatos de conseguir liquidez económica— con lo que las consideran “excusas”.

La presentadora del programa, Ana Rosa Quintana, le ha espetado en riguroso directo una opinión propia de lo más jocosa: “Que ustedes cobran la caja de trufas a 50 euros, ¿Eh?”. Algo indignadas, enseguida han saltado en la defensa de su discurso: “¿Usted sabe a cuánto está el kilo de chocolate? A 18 euros. Esto tiene un trabajo y hay que pagar la luz, el gas…” ha dicho bastante molesta la religiosa a la conductora del programa, que ha querido restar importancia a una frase pronunciada en clave de broma con un halago a sus tradicionales dulces: “Las clarisas hacen unas trufas buenísimas”, zanjaba entre risas.

El origen de la escisión de las clarisas con la Santa Sede

Estas clarisas no solo se han mostrado visiblemente ofendidas con lo ocurrido y el revuelo generado, sino que han puesto el foco y origen del conflicto en la persecución que sufren por parte de sus compañeros religiosos y superiores: pastores, sacerdotes e incluso otras hermanas se habrían mostrado hostiles con ellas por haber tenido la intención de vender un convento.

"Cuando nosotras vemos que de la autoridad lo que viene es confusión y no nos sentimos conformadas con eso y vemos una disyuntiva.Nos genera una duda de conciencia. No es un capricho, es a nivel de conciencia, que no podemos comulgar con una cosa que nos está generando un problema. Todos los días escuchamos textos y palabras por una línea de El Vaticano que es distinta a la que nosotras pensábamos".", ha explicado la monja al programa.

Dicha petición no solo les habría sido fulminantemente denegada, también habría sido contemplada con malos ojos desde muchos flancos de la Iglesia, tal y como adelantaban este grupo de monjas a 'TardeAR'. Todas ellas muy descontentas con el hecho de que les hayan bloqueado sus planes de vender un convento vacío que tienen en propiedad en Derio (Vizcaya) para poder comprar posteriormente el monasterio de Orduña, al que pretenderían sacar más rentabilidad.

"Estamos verdaderamente defraudadas de esta usurpación y de que sigan diciendo que él es el papa y los demás son los obispos", ha explicado mientras afirmaba con mucha convicción lo siguiente: "Antes de que pasara todo esto, esto ya llevaba más de cuatro años en el corazón de las hermanas. Esto es un tema de conciencia, y todo se juzga de manera sensacionalista".