'Mask Singer' desvela a dos nuevas máscaras en el segundo programa de su actual y tercera temporada. Tras revelar la identidad el miércoles pasado de Arantxa Sánchez-Vicario y Tori Spelling, ahora le tocaba el turno a otros participantes. Después de disputarse los dos "truelos" de la noche, batallas musicales con tres participantes, se descubre a Valeria Mazza y José Ramón de la Morena bajo la identidad de "Matrioska" y "Gnomo" respectivamente. Karmele Marchante, Xuxa, Alaska y Tamara Rojo fueron los nombres que los investigadores apostaron sobre la identidad de esta gran y particular muñeca rusa.
Ninguno acertó y todos se quedaron lejos de adivinar, incluida la amiga de esta Ana Obregón. Todos quedaron descolocados cuando se destapó la cara, con cierta dificultad, y apareció la supermodelo. "El desafío más grande era tapar el acento argentino. Mis hijos se van a llevar una linda sorpresa de escucharme cantar porque piensan que lo hago fatal", narró al jurado. Es toda una nueva experiencia salir al plató después de labrarse un nombre en las pasarelas durante tantos años: "Cuando llegaron a Brasil me asusté".
"La moda incomoda. Siempre digo que no puedes enfermarte por meterse en un vestido y 'Matrioska' me daba todas las comodidades", reconoce. Esta máscara que evoca a esa Rusia de los años 70, aunque le diera libertad para ocultar su silueta le dificultaba moverse a Valeria Mazza. Las escaleras del plató se convirtieron en todo un desafío: "Llegué al escenario que no sabía ni cómo me llamaba". La música es algo fundamental para ella pero más para su hija, con la que ya ha compartido plató. "El problema es de los demás que me escuchan", bromea.
José Ramón de la Morena, bajo el gigante 'Gnomo' de 'Mask Singer'
José María Cano, Fernando Alonso, Rodolfo Sancho y Jordi Hurtado fueron los nombres que dijeron respecto a 'Gnomo' sin imaginarse que era el periodista José Ramón de la Morena. "He superado un complejo esta noche de timidez y complejos enorme", reconocía a Arturo Valls. Se sentía como un pez fuera del agua sobre el escenario de 'Mask Singer': "Ese tiempo y horas me hicieron sentir otra persona, una situación en la que no me había visto nunca".
Este voluminoso duende, la máscara más compleja de manejar hasta el momento, le daba la excusa perfecta para sorprender a su familia: "Se me habían acabado los cuentos y de ahí. Tu padre se dedica a estas cosas ahora. Me hacía gracia que mi hijo de un año me viera salir de un gnomo. Ahora voy a ser su ídolo". La primera dificultad más allá de la voz, él es periodista radiofónico y ya sabe lo que vale este instrumento, fue el traje de más de tres metros. "La cabeza era incomodísima, no veías. El tronco llevaba una cantidad de pelo...Me decían que era el hombre sin cabeza, pues mira la que me ha salido", recordaba. Con él puesto llegó incluso a caerse al entrar a plató.