Alejandro Nieto no ha podido contener la emoción al hablar de su hijo por primera vez en 'supervivientes', confesando que "no he sido buen padre" y por qué no ha sabido estar a la altura en ciertas etapas de su vida
Alejandro Nieto ha visto imposible controlar la emoción que le hace hablar de su hijo, motivo quizá por el que ha preferido mantenerlo alejado de ‘Supervivientes’ y no lo había mentado apenas durante su concurso. Pero Lara Álvarez le ha puesto las cosas difíciles este martes en el puente de las emociones, donde los concursantes van a desahogarse sobre aquellos asuntos personales que atenazan su alma y les impiden seguir adelante. Al cruzar el puente se ven liberados, pero para eso deben abrirse en canal y Alejandro Nieto no defraudó a la audiencia cuando le ha llegado el turno de hablar sobre su hijo.
Así, el primer escalón del puente de las emociones de Alejandro Nieto en ‘Supervivientes’ tenía como tarea afrontar la palabra “paternidad”. El exconcursante de ‘Gran Hermano’ y ‘La isla de las tentaciones’ ha afrontado el reto, aunque la emoción se le ha desbordado al materializarse en su mente asuntos que siempre ha preferido no subrayar por el dolor que le provoca: “La paternidad me vino muy joven, con 22 ó 23 años. No quería ser padre, porque era muy joven, pero en el momento que le vi la cara a mi hijo me cambió todo”, comenzaba a relatar Alejandro Nieto, que se había propuesto hablar con sinceridad para así acercarse más a la audiencia y que el público comprenda cómo es a través de lo que ha tenido que pasar.“A lo mejor no he sido el mejor padre ni lo seré, pero si hago algo en esta vida es por y para él. Yo no estaba preparado para ser padre y después lo he pasado muy mal. Cosas que pasan en la vida. No me gusta dar pena ni hablar de esto, pero… está mi niño. Lo he pasado muy mal Lara”, se rompía Alejandro Nieto en ‘Supervivientes’ ya en el primer escalón del puente de las emociones: “No puedo más, quiero ver a mi hijo y estar con él”. El modelo ha detallado por qué no ha sabido cumplir como padre como le habría gustado ahora que echa la vista atrás: “No he sido el mejor padre. En muchas ocasiones por trabajo y por dejar una vida atrás, porque me fui a Canarias a vivir, me separé de él un tiempo, luego lo del Covid”, continuaba muy emocionado.
Llegaba el final del puente de las emociones, el momento en el que pedir perdón a aquellos con los que considera no haber estado a la altura y así dar un paso más para reconciliarse consigo mismo: “Le voy a pedir perdón a la persona que más amo en este mundo, a mi hijo. Le pido perdón si en algún momento no he sido buen padre. También le pido perdón a mis padres, por si en algún momento no he sido un buen hijo. A mi expareja, porque no he sido buena pareja en ese momento. Y a Tania, si en algún momento he sido un bruto, pero nunca he hecho daño a nadie queriendo. Te lo juro, Lara”, se deshacía ya de su mochila Alejandro Nieto, que al haber expresado lo que escondía en su interior ahora puede afrontar la vida con otra perspectiva y tratando de mejorar como padre, como hijo, como pareja y como persona.