Terelu Campos se enfrentó el pasado domingo a su noche más complicada en 'Supervivientes'. Tras activar el protocolo de abandono en el reality, la colaboradora de televisión tuvo varios días para tomar la decisión definitiva. Sin embargo, pese a las palabras de su familia y del propio presentador, la hija de María Teresa Campos quiso regresar a España sin cumplir su misión, estar 21 días en Honduras.
La participante no era concursante oficial de 'Supervivientes 2025', por lo que su abandono no conlleva una penalización económica, ya que ella decidió viajar a Honduras con la condición de no tener que realizar pruebas, de modo que tuvo una misión previa a ser concursante, la cual no ha logrado.
Tras mucho pensar, Terleu Campos comunicó la noticia a Sandra Barneda. "Me encantaría que llegases a esos tres días. Pero es tu decisión. Tú lo sabes mejor que nadie si ha llegado ese momento o crees que tienes que abandonar", expresó la presentadora. "Quiero darle las gracias a todos, pero yo he cumplido mi tiempo. Estoy segura. Con todo el respeto al equipo, 18 días han sido suficientes para mi cuerpo. No para mi mente, sino para mi cuerpo", respondió la participante en 'Supervivientes 2025'.
Ante su marcha, Alejandra Rubio quiso dedicarle unas palabras."Estás guapísima y te veo genial. Ahora mismo te veo muy feliz", indicó la joven, quien esperaba que su madre no tirara la toalla. Sin embargo, ha sabido comprender a la perfección su decisión y le ha apoyado en cada uno de los momentos de duda que ha expresado en las últimas semanas.
Terelu Campos se enfrenta al espejo tras abandonar 'Supervivientes 2024'
Ahora, Terelu Campos ha puesto rumbo a España, aunque antes, como el resto de sus compañeros, ha comprobado cómo ha cambiado su cuerpo. La madre de Alejandra Rubio ha pasado 18 días en Honduras en los que apenas ha tenido acceso a comida. Además, ha tenido que hacer frente a dos grandes temporales, lo que ha complicado aún más su estancia en el programa y ha provocado que su pérdida de peso sea notable.
Al verse en el espejo se ha quedado sin palabras. "Un poquito de color tengo y picaduras por todos los lados", ha expresado nada más comenzar a mirarse. Además, ha lucido el mismo bañador que usó en su primera noche, por lo que se ha podido percibir el cambio. "Este pantalón me quedaba justo", ha indicado, mostrando cómo ahora le sobraba espacio en la cintura. "El pelo. Parezco una loca. Soy una cerda que me he levado el pelo un día en 17", ha expresado entre risas, sorprendida por lo que ha sido capaz de hacer una situación límite.
Sin embargo, el pelo no es lo que más le ha llamado la atención. Terelu ha comenzado a golpearse la tripa. "He perdido mi seña de identidad", ha indicado. "¿Dónde está esto? Mejor no verme el culo porque es para llorar, este pellejo es para llorar", ha insistido, impresionada con su cambio. Por último, se ha dado cuenta de que su cara ha afinado en estos 15 días. "Un nuevo look que nunca está de más. Ya no me va a dar tanto miedo que este verano me pillen los paparazzi", ha zanjado, presumiendo de su nuevo cambio.
Terelu Campos disfruta de una cena dulce antes de regresar a España
Tras verse en el espejo, Terelu Campos ha recuperado energía con una gran cena. La madre de Alejandra Rubio ha podido comer un chocolate con porras, algo que le ha emocionado. "Madre mía", ha expresado, explicando cómo hacer bien la mezcla de caco y leche. "No son los de Málaga que me trae mi abuela Concha, pero yo hubiera vivido aquí solo con un cacao al día", ha expresado. Además, ha querido desvelar con quién hubiera compartido ese manjar. "Con Anita y con Ángela, todos se han portado bien conmigo, pero Ángela de una manera especial", ha indicado.
Por último, ha querido revelar su plan al llegar a Espala, "Tomarme un caco conmigo sola, en mi mesa de la concina y con el periódico", ha expresado. Además, se ha mostrado orgullosa de lo logrado y de haberse superado a sí misma, por lo que antes de marcharse ha querido brindar.
Terelu ha superado muchos miedos a lo largo de su aventura, por lo que se ha emocionado al recordar como ha cambiado en tan solo dos semanas. "Nunca pensé que fuera capaz de dormir aquí", ha expresado, recordando con cariño las estrellas de la playa. Por otro lado, le ha dado pena no haber aprendido a pescar, aunque se alegra de haber convivido y de haber superado sus retos. "Me siento bien conmigo misma, bastante bien", ha zanjado, antes de poner rumbo a España.