El conflicto entre Rusia y Ucrania ha provocado que las cadenas de televisión centren mucha de su atención en estos países del este de Europa. Por ello, muchos profesionales del periodismo se han trasladado a estos países para dar la información de última hora. Entre ellos se encuentra Sol Macaluso, la enviada especial de Mediaset España, que ha cautivado al público al desvelar que se ha llevado a la hija de su guía a España. La joven argentina ha concedido una entrevista exclusiva a SEMANA hablando sobre sus experiencias en el país.
¿En qué situación te encuentras ahora y cómo ves los próximos días?
Acabamos de llegar a Leópolis, que sigue estando dentro de Ucrania. Tenía pensado irme a España, pero he decidido quedarme unos días más trabajando en el país, así que por ahora estaré aquí.
¿Actualmente tenéis falta de recursos?
No, ahora mismo no. No sé cómo está la ciudad, porque acabamos de llegar, pero ahora estamos en un hotel y de momento está todo bien.
¿Cómo está siendo el trabajo de los periodistas en Ucrania?
El trabajo está siendo muy cambiante y muy arriesgado también, porque está siendo todo muy imprevisible. La verdad es que hay una gran solidaridad entre los colegas. Todos los que he conocido a lo largo de las semanas están en permanente contacto conmigo al igual que yo con ellos para saber si necesitan algo o si están bien.
Hemos visto algunas de tus conexiones con diferentes programas de televisión bastante asustada. ¿Cómo es trabajar con miedo?
En mi caso, es la primera vez que me toca una cobertura de este tipo, entonces el miedo es inevitable porque es una reacción típica del cuerpo. Lo importante es seguir con la información, que es lo que he estado haciendo. No puedo juzgar si lo hago mal o bien, pero intento hacerlo de la mejor manera posible. A veces a los periodistas se nos exige demasiada profesionalidad, pero se les olvida que tenemos sentimientos y que atravesamos emociones, incluso cuando tenemos que cubrir noticias o eventos de este tipo.
¿Te arrepientes de haber ido a Ucrania?
Que va, en absoluto, nunca. En el momento que acepté esta cobertura en enero, yo sabía que esto podía pasar. Nadie lo esperaba tan rápido, pero obviamente era consciente de que esta realidad podía tocarme y aquí seguimos.
¿Cómo fue la huida de Kiev?
Las primeras 48 horas sí que fueron más tensas y de incertidumbre, pero a lo largo del camino, gracias a nuestro guía, hemos encontrado familias ucranianas súper amables con muchísima calidad humana de las cuales he aprendido un montón y de los que me llevo valores hermosos. Como dije en alguna conexión, con cada una de esas familias, mi familia se va haciendo más grande.
¿Cuál ha sido el peor momento que has vivido en Ucrania?
Despertarnos la noche del jueves con los bombardeos, confirmando que empezaba lo que estábamos esperando durante tanto tiempo con miedo.
Hemos visto en ‘El programa de Ana Rosa’ que tu compañero de viaje te ha pedido que saques a su hija del país y te la traigas a España. ¿Cómo fue el momento en el que te pidió algo tan personal?
Pues nosotros tenemos mucha confianza. Nos hemos hecho grandes amigos en este mes de trabajo. Entonces me dijo que tenía que hablar conmigo y que tenía que pedirme un favor. Me dijo que él iba a tener que regresar a por su mujer y que quería que la hija cumpliera sus sueños, porque tiene 17 años y estudia medicina, y que por favor si me la podía llevar. Tanto yo como el resto del equipo que vivimos en España le dijimos que absolutamente, que contara con eso el tiempo que haga falta. Además, quiero aclarar que los medios dicen que es la hija de mi cámara, pero en realidad es la hija de mi guía. Ella acaba de cruzar la frontera con una chica de nuestro equipo de trabajo que se la va a llevar a España.
¿Cuál es el plan con ella? ¿Se sabe cuándo podrá reencontrarse con su familia?
Es todo tan incierto aquí en el país con sus padres que de momento vamos a acogerla y contenerla el tiempo que sea necesario hasta que se esclarezca todo un poco y que nuestro guía nos diga que podemos hacer: si ella volvería por ejemplo a Polonia a estar más cerca o si él tomaría un vuelo a buscarla. Todavía eso no está claro, porque los hombres es imposible que salgan del país ahora mismo.