La tercera edición de 'La isla de las tentaciones' tuvo una clara protagonista: Marina. Su ruptura con Jesús y su truculento romance con Isaac la pusieron en el ojo del huracán, sin embargo, con el tiempo aprendió a sobrellevar las críticas. Tras muchas vueltas a su espalda, la sevillana ha vuelto a retomar su relación y ha regresado a su pueblo, de donde no pretende moverse de momento. Tanto es así que ha tomado una drástica decisión y esta no es otra que dejar la televisión, pues su experiencia no ha sido fácil en absoluto. "He dejado a un lado la televisión y también mi canal en MTMAD, que para mí van juntos, por decisión propia”, ha comentado.


Superada por todo lo vivido desde que aceptara participar en este exitoso programa, Marina ha hecho balance de lo duro que resultó esta situación tanto para ella como para su familia. Capear el temporal se le hizo cuesta arriba y después de mucho pensarlo cree que dejar los platós es la mejor opción para ella. "He estado muchos meses en depresión, sin apenas salir de casa (…) desde que empecé, siempre pensé que llevaría todo genial, pero no ha sido así. A día de hoy, puedo decir que he recuperado lo que un día perdí", dice. Unas palabras que no extrañan si se tiene en cuenta que ella y Jesús se encuentran en su mejor momento. De hecho, se han planteado comprarse una casa en su tierra, lo que deja claro del futuro que quieren tener en común.

Y, aunque deje de colaborar en los debates, Marina seguirá confiando en su éxito en redes sociales. Con casi 800.000 seguidores, la que fuera concursante de 'La isla de las tentaciones' ha logrado hacerse un hueco en el universo 2.0, donde ejerce de imagen de varias marcas y cuyos proyectos le reportan grandes beneficios a final de mes. Justo en este campo en el que se siente tan a gusto, Marina seguirá trabajando al máximo con el único fin de vivir de la que es su pasión. "Tengo ganas de vivir apartada de todo esto. Necesito tiempo, mi salud va antes del dinero, la fama y la televisión. Las redes me apasionan, para mí es una vía de expresión, de mostrar mi vida y compartirla con ustedes. De aquí no me voy, tengo mucho que enseñarles”, asegura la joven de 23 años.

Tras participar en su edición, Marina aceptó entrar a 'La última tentación', programa en el que pudo ajustar cuentas con personas de su pasado como Isaac o Lucía, dos personas que en su día fueron muy especiales para ella, pero que a día de hoy no forman parte de su vida. Un espacio de televisión que le ayudó a reflexionar y a darse cuenta de lo que quería en su vida y lo que no.