Feliz, radiante, emocionada y disfrutando como si fuese su primer trabajo. Así está la actriz barcelonesa Lydia Bosch (59) con 'Mía es la venganza', la nueva serie diaria que prepara para Telecinco. Vuelve a su casa, al lugar que la consolidó como una estrella, y lo hace con la que será una de las apuestas más potentes de la temporada. Se trata de la ficción diaria que promete alterar y revolucionar las tardes de la cadena, a pesar de que en un primer momento se ideó para que compitiese con 'El Hormiguero' (Antena 3).
SEMANA ya lo avanzó en exclusiva. Fue a finales de octubre del 2022 cuando Lydia recibió esa llamada que llevaba tanto tiempo ansiando y que le devolvió la ilusión de un plumazo. La actriz hacía meses que necesitaba ese chute de energía y de autoestima, esa oportunidad que la devolviese al medio que tanto ama. Los que están trabajando mano a mano con ella en la grabación de la nueva serie lo tienen muy claro: “Para ella esto ha sido un auténtico regalo, cada vez que viene a grabar entra con un brillo en los ojos que no se puede fingir. Es agradecida, generosa con el equipo y súper agradable, de esas personas que se dedica en cuerpo y alma al trabajo y da el 100%”.
Y es que dicen que el éxito siempre es de quién se lo trabaja. Y de eso Lydia sabe mucho. Ha tenido que remontar el vuelo demasiadas veces en los últimos años, cada vez que el destino ha zarandeado su vida. Y no han sido pocas Lydia leva más de cuatro décadas bajo la luz de los focos, desde que el mismísimo Chicho Ibáñez Serrador la eligiese como una de las azafatas del mítico 'Un, dos, tres', en el año 1985. Él supo ver un talento, a pesar de su timidez, que años más tarde conquistaría a todo el país. Pero fue precisamente con 'Médico de familia', en Telecinco, cuando se convirtió en toda una leyenda al lado de Emilio Aragón, con el que incluso se la llegó a relacionar: “Sigo sintiendo mariposas en el estómago cuando escucho la melodía de la serie. Fue un regalo”, confiesa la propia Lydia.
Esa etapa, además, guarda cierto paralelismo con la actual, y es que, según ha podido conocer SEMANA, Mía es la venganza está siendo para Lydia como si fuese la primera vez que se pone delante de una cámara y para Mediaset es un dejavú. Médico de familia fue en su día un punto de inflexión en la historia de la cadena, que es justo lo que quieren replicar ahora: romper con lo anterior y dar paso a una nueva etapa.
Pero no todo han sido luces. A lo largo de su vida, Lydia ha tenido que transitar por momentos muy complicaos que le han hecho replantearse más de una vez su futuro; tanto personal como profesionalmente. Ha vivido la resaca del éxito por la que transitan muchos actores: “No he tenido ofertas en este tiempo. Podría mentir y decir: ‘Sí, he rechazado’. Pero no ha sido así”, decía hace unos años. Justo antes de que le detectasen un cáncer de piel hace tres años, que le hizo cambiar su visión de la vida, aún más si cabe: “Desde mi adolescencia he comprado todas las papeletas para tenerlo. He hecho verdaderas burradas para broncearme. Y el efecto del sol en mi piel me ha provocado esto. Voy a empezar a cuidarme en serio”.
Ahora, por suerte, está en uno de sus mejores momentos. Más asentada, más madura y disfrutando el camino. Con una serie diaria por estrenar y con 'Motivos personales,' que rodó en 2005, uno de sus trabajos más reconocidos, a punto de llegar a Netflix. Últimamente, Lydia no para de dar las gracias. Está muy feliz.