Hace poco más de una semana, David Broncano reflexionaba en directo ante los bajos datos de audiencia de 'La Revuelta': "Estábamos muy contentos solo con 'El hormiguero'", comentaba el presentador, y este martes el equipo ha sacado artillería pesada para remontar en audiencias. Entrevistas sin filtros, invitados sorprendentes y comentarios que no dejan títere con cabeza... Entre los invitados de este martes, Lía Kali, cantante y compositora catalana que ha dejado sin palabras al presentador con una lluvia de 'zascas' comparándolo con su principal competidor, Pablo Motos. 

Como cada día, David Broncano comenzaba el programa hablando con los miembros del público, entre los que recibía un regalo en forma de Hornazo con una pinta deliciosa que al que el presentador no podía evitar hincar el diente. En la bañera estaba Joaquín Susmozas, un pediatra de Cartagena y padre de Julia, una niña con discapacidad por quien su padre lucha a diario y con quien comparte su gran pasión: la naturaleza. Padre e hija son fundadores y miembros orgullosos de 'J&J Running Team', desde donde luchan por el fomento de la inclusión de las personas con discapacidad en este tipo de actividades.

"Las montañas son para todos y todo el mundo puede disfrutar de ellas. Bravo por la gente que hace accesibles las actividades de ocio en la naturaleza de forma solidaria", escribían poco después desde el programa en sus redes sociales.

El primer colaborador en llegar al teatro era Pablo Ibarburu, que llegaba dispuesto a lanzar más de un 'zasca' al Gobierno. Lo ha hecho criticando el precio de la vivienda en España, "quería venir ya al programa porque como el gobierno está a tope para solucionar esto, digo a ver si lo van a solucionar antes de que vuelva", ha comenzado diciendo antes de enseñar el particular piso de alquiler que él mismo ha montado en un pequeño rincón del escenario. "En plena Gran Vía, eco-friendly (proponía reutilizar el agua de un barreño que puso de ducha para cocinar), acogedor (por no decir enano)...", una crítica que revolucionaba al público, que aplaudía al colaborador por esta iniciativa.

 

Tras él llegaba Jorge Ponce, muy cabreado con el temporal que está azotando nuestro país estos días. "Está la gente tristona ya", comentaba, "he estado en Córdoba y la gente llevaba una cara de Pontevedra...", bromeaba.  

Lía Kali, sin tapujos con Broncano

"No me gustan las entrevistas y venía a esta acojonada... solo te pido que seas amable conmigo", le señalaba la joven a su llegada. "He visto gente que ha salido de aquí diciendo no vuelvo", le decía sin tapujos a Broncano antes de confesar que antes de pasar por 'La Revuelta', estuvo en 'El Hormiguero'.

"Pablo Motos vino a saludarme antes de hacer la entrevista y me dio calma, y tú no", ha añadido. Un 'zasca' que hacía reflexionar a Broncano, "es verdad, yo cuando fui hace años también vino a saludar, y te tranquiliza, no nos conocíamos ahí".

Lía Kali en La revuelta

Lía Kali en La revuelta

TVE

Broncano se ha defendido asegurando que "con la gente que no conozco, me gusta que el primer encuentro sea así... y ya qué puedo hacer, ¿ya te has tranquilizado un poco?", le preguntaba preocupado. 

Pese a sus nervios, eso sí, la entrevista terminaba fluyendo como de costumbre en el programa y Broncano conseguía que la artista se sintiera cómoda sobre el escenario, y hasta terminaba regalando entradas para su próximo concierto a todos los asistentes del público.

La cantante tampoco ha tenido reparos a la hora de responder a las preguntas clásicas: "Tengo más dinero en el banco del que pensaron mis profesoras que tendría", ha desvelado, contando que tras la ESO empezó un grado medio. "Ahora me han diagnosticado TDAH, pero bueno, les mando un beso muy grande a mis profesoras", ha terminado diciendo.

En cuanto a las relaciones que ha tenido en el último mes, ha confesado que es algo "triste" pero solo "tres, en el último mes", y es que está demasiado centrada en su próximo espectáculo en el WiZink Center. "Mi disco sale el 21 de marzo", anunciaba antes de conquistar al público con su voz para poner el broche de oro al programa.