Bertín Osborne abre las puertas de su casa familiar de Jerez de La Frontera para convertirla en una fiesta flamenca. La Niña Pastori, invitada al programa, mostró ser un torbellino de emociones y arte, como su madre, que fue también como invitada para poner la casa patas arriba.
Los inicios de la artista
Nadie en su casa le había oído cantar, hasta que abrió la boca: "Yo era muy chica. Yo empecé a cantar desde que era muy pequeña, por lo que no tuve oportunidad de ser otra cosa", dijo.
Era la ganadora de todos los concursos
Empezó ganando dinero en los concursos de canto, donde siempre quedaba primera: "A los ocho años vi que había un concurso, y en casa faltaba dinero. Éramos cinco hijos y todo lo que entraba era un alivio. Vi que había un concurso donde se ganaban 25 o 35.000 pesetas, y me presenté", contó. Ese fue el inicio de su trayectoria hacia el éxtio, que para ese momento todavía estaba en silencio: "Me presenté y me llevé el primer premio. Me compró mi madre una bicicleta, y a partir de ahí me empezaron a presentar a concursos. Y la verdad que tenía suerte y los ganaba", añadió la artista.
Mucho en ella de sus padres
Sus padres fueron otros de los invitados al programa, donde su madre fue el alma de la fiesta. Su hija, afirmó que tiene mucho de ellos: "Tengo muchas cosas de mi madre, en la afición por el arte. Pero también tengo mucho de mi padre, y cada vez me noto más", decía recordando a sus progenitores.
En su soledad, engañaba a su madre
"Cuando grabé el primer disco, acababa de salir de mi casa por primera vez. Una niña no estaba acostumbrada a estar sola. Le engañaba a mi madre. Le llamaba desde el hotel, y ella se preocupaba de que no estuviera sola, pero le decía que no, que estaba con los bailarines", dijo la Niña Pastori cuando recordaba sus inicios en la música.
Se tuvo que acostumbrar a pagar
La anécdota de su ‘sinpa’ en un restaurante arrancó la carcajada de Bertín. La artista, al tener que iniciar su trayectoria profesional tan joven, admitía que no estaba acostumbrada a tener que pagar las cosas: "Yo estaba acostumbrada a estar con mis padres. No estaba acostumbrada a tener dinero, ni a pagar. Y recuerdo en Madrid comerme un menú, levantar e irme", comentó recordando la anécdota. "La señora me llamó, ¡no ha pagado! Es que no estaba acostumbrada", apuntó.
También es solidaria
La artista también ha colaborado en varios conciertos benéficos, como el del pasado viernes 16 en Gipuzkoa, donde cantó en un concierto navideño para donar todo el dinero recaudado en la lucha contra el cáncer.