Este jueves,
'El Hormiguero' ha cerrado la semana con la visita de
Miguel Ángel Muñoz. El actor ha hablado con
Pablo Motos de los numeroso proyectos que tiene en marcha, entre los que se incluye el estreno de la obra de teatro
'El síndrome del copiloto', que va a representar en Madrid próximamente. Además, sigue cosechando éxitos con la película que él mismo ha dirigido titulada
'100 días con la Tata'."Es un documental que habla sobre la vejez", ha comenzado diciendo sobre su último trabajo audiovisual. "Me gustó mucho cuando hiciste ese monólogo hablando de la vejez porque ese es uno de los grandes temas de mi vida.Mi Tata es feliz a sus 97 años porque tiene una actitud absolutamente excepcional. Yo no sé si será capaz de ser como ella. Estoy aprendiendo mucho tras estar con ella. El documental me enseña mucho y me creo que enseñará cuando sea más mayor. Pero es difícil cuando se tiene una personalidad como la mía o como la tuya, que nos gusta hacer tantas cosas, que somos hiperactivos y nos gusta el deporte. Aceptar que cuando llega un determinada edad y las cosas que más te hacen feliz ya no las puedes hacer por las limitaciones físicas.Mi Tata apenas ve, apenas oye. No puede hacer nada de lo que le gustaba hacer en su vida. Y se levanta con el ánimo de intentar hacer feliz a los demás y de agradecer a las personas que la ayudan a tener una vez mejor. Es tremendo, no se queja nunca. Y le duele todo el cuerpo. Y todos los días hace por vivir con alegría. Es admirable y ojalá yo pudiera acercarme a eso. Pero sé que me va a costar muchísimo más que ella", decía.
"Me metí en un jardín y me bajé los pantalones"
"Cuéntame cuando te cagaste corriendo una maratón", le ha preguntado el presentador. "¡Ahora me sacas esto!", le ha echado en cara el intérprete. Ninguno de dos podían contener las risas. "¡Me das por todos los lados", se reía el actor. Así, Miguel Ángel ha contado con total naturalidad que "me ha pasado muchas veces que me voy de vientre". Entonces, ha contado que año atrás tuvo un engorroso percance mientras corría la Maratón de Boston.
"Estaba lesionado, desde el kilómetro 4 pasando por enfermería, peleando la maratón lo más grande. De repente en el kilómetro 9 o 10 veo una mujer que va flechada con un top y una braguita. Me pasa y 15 metros más adelante se para. Yo como iba cojeando lo vi todo a cámara lenta. Se va a un lateral, se baja la braguita y lo echa todo delante de la gente. Pensé: 'Pobrecita'. Yo tiro y llega un momento en el que digo: 'Dios, lo que le ha pasado a esta. ¡No puede ser! No puedo hacer esto'. Pero no había baños. Había pasado los baños hacía un kilómetro. No podía, me lo iba a hacer encima", ha narrado.
"Hice lo mismo que la chica. Hice allanamiento de morada. Me metí en un jardín y ahí me bajé los pantalones cortos, eché lo más grande, exactamente igual que la chica. No tenía cómo limpiarme. Cogí una hoja... ¡Me raspé lo más grande! ¡No tenía cómo limpiarme!", añadía. "Lo más fuerte es que esto lo grabé. No se veía el marrón y a mi amigo Alfredo le mandé un gif con esto que dice: '¡Jiñanding!'. Y esto, cada vez que está deprimido, se lo envío y se ríe un montón". Con mucho sentido del humor, le ha echado en cara a Pablo Motos: "No me has preguntado qué marca has hecho en Nueva York... No... Me preguntas cuándo te cagaste".
Con su relato ha dejado claro su desparpajo y su simpatía. Y, de inmediato, las redes sociales han aplaudido su gracia. "Es más majo que las pesetas" o "Me cayó bien. Desprende buen rollo", han sido algunos de los comentarios que han escrito los usuarios en Twitter. Para más entretenimiento de la audiencia, Motos y Muñoz se han sometido a un divertida 'cata a ciegas' de almohadas. Y es que el actor utiliza la misma almohada que cuando era un bebé, por lo que el presentador lo ha retado a adivinar cuál es la suya solo tocando con la nuca. Tras probar con varios modelos distintos -y los ojos tapados por completo- los dos han sido capaces de localizar cuál es la suya.