Una vez más, la salud ha jugado una mala pasada a Kiko Matamoros. El colaborador ha vivido una tarde breve, pero intensa, en el plató de 'Sálvame'. Una tarde más se sentaba en su sillón del programa para afrontar una tarde de trabajo, pero un malestar repentino ha provocado que se levantara y abandonara el plató. Después de sentirse indispuesto ha tenido que ser atendido por el equipo médico de Telecinco por una subida de tensión.
Carlota Corredera explicaba, minutos después, el motivo de la marcha de su compañero. "Matamoros ha tenido una subida de tensión, han venido los servicios médicos a atenderle. Han visto que no le bajaba, ha estado descansando fuera. Está bien, me acaba de escribir y me ha dicho que se iba para casa", señalaba.
Los reproches de Carlota Corredera a Kiko Matamoros al arranque del programa
"Lo primero y lo más fundamental es que yo puedo tener todas las diferencias con él pero la salud es lo primero y ojalá te recuperes pronto para seguir peleándome contigo en plató", destacaba. Lo cierto es que al inicio del programa la presentadora le había lanzado una pullita haciendo referencia a sus diferencias de opiniones respecto a Rocío Carrasco. "Te voy a pedir una cosa. Pórtate bien porque cuando ayer cuando me puse de rodillas se me había olvidado que me pegué un bofetón en las escaleras de mi casa y tengo un hematoma importante", le decía. El madrileño le respondía: "Si ya también tengo yo la culpa...".
"He dicho que me di un bofetón en las escaleras de mi casa. De momento en las escaleras de mi casa no estás. No te responsabilizo, pero te pido por favor que no me des la tarde mártir porque no me quiero poner de rodillas", insistía la periodista. "¿De la reacción tuve yo la culpa?", se quejaba, atónito, Matamoros. Corredera le replicaba: "De la reacción tienes tú la culpa? ¡Sí!". El colaborador zanjaba: "Estoy por irme a casa. Si ya soy culpable hasta de los daños físicos".
A lo largo de los últimos días, la de Vigo y el madrileño han protagonizado tensos cara a cara en el plató del programa. Los encontronazos entre ellos surgían a raíz de que Matamoros confesase que no ha visto el documental de la hija de Rocío Jurado: 'Rocío, contar la verdad para seguir viva'. Una revelación que ha sido objeto de muchas críticas por parte de sus compañeros, incluida la presentadora, quien le ha reprochado su actitud.
La presentadora y el colaborador, enfrentados por el documental
«Que no hayas tenido la curiosidad, las ganas de aprender, de superar nuestras propias ignorancias de superar nuestras propias ignorancias con la violencia de género y sobre todo, que tú has sido una persona que has sido una mala madre y una mala persona… Yo de alguien que he dicho algo así, por lo menos tendría la curiosidad de saber cuál es su verdad», le ha dicho esta semana.
Kiko Matamoros no se siente orgulloso de no haber visto la docuserie, pero no se arrepiente de no haberlo hecho. Porque el caso de Rocío Carrasco le ha removido su propio drama familiar. Él ha estado años sin hablarse con sus hijos, y ver el testimonio de la hija de 'la más grande' le ha removido viejos recuerdos. "He pasado cuatro años sin hablar con un hijo, sé lo que es eso. A mí se me remueven las tripas", ha confesado.
"Sé lo que es un conflicto con mis hijos, sé las barbaridades que ha dicho mi hijo en un plató, sé lo que he llorado en un plató y en mi casa. Cuando veo una guerra pública entre padres e hijos no solo me produce rechazo, también me remueven cosas que tengo dentro», ha admitido.
En lo relativo a su salud, no es la primera vez que Kiko Matamoros debe ser atendido por el equipo médico de Mediaset tras encontrarse mal. En otras ocasiones ha sufrido mareos en pleno directo o ha tenido que tomarse alguna medicación para mitigar sus dolencias. En esta ocasión, la subida de tensión le ha hecho ir a casa a descansar. Tras una semana intensa de trabajo, y probablemente de emociones, los sanitarios le han aconsejado reponerse en su domicilio.