Una tarde más, Kiko Matamoros ha arremetido con dureza contra 'Sálvame'. En lo que llevamos de semana se ha mostrado especialmente crítico con el programa. De hecho, nada más aterrizar en el plató lanzaba que estaba dispuesto a dejar su sillón, ya que no está de acuerdo con "cosas que han pasado en los últimos meses". Este viernes ha abandonado el plató, indignado tras quejarse de la manipulación que, a su juicio, hace la cúpula de La Fábrica de la Tele.
El motivo por el que el colaborador ha vuelto a mostrarse contrario a las directrices del programa en relación a los comentarios que ha hecho sobre su compañera Anabel Pantoja. En su opinión, la sevillana podría cometer el error de hacer apología de la obesidad. "La obesidad es un problema serio que no se debe normalizar", recalcaba hace un día en el estreno de una película en Madrid. También se ha quejado de que los responsables de 'Sálvame' han aprovechado la manera en la que Anabel alardea de ciertos hábitos alimenticios para hacer espectáculo televisivo. Cree que "este programa manipula" las informaciones.
La queja de Matamoros porque le echan "la mierda encima"
"A nosotros nos ha venido muy bien jugar con que esta señora se echaba mayonesa en la pizza, que se tenía que comer dos pizzas antes de acostarse, que se comía una tableta de chocolate y no sé cuántas cosas más. Con sus hábitos de alimentación... o metiéndole la cámara en el bolso", se quejaba. "Venir ahora a mí a echarme la mierda encima". La presentadora Nuria Marín le contestaba: "No digas que te echamos mierda encima, porque no es verdad".
Cabreado, Matamoros le espetaba: "¡O me dejas hablar o me voy!". Nuria le recriminaba: "Me estás amenazando". El cabreo del madrileño aumentaba por momentos: "Yo no estoy amenazando a nadie. Se acabó. Me voy. No paso ni una más. No te lo digo a ti, Nuria, pero estoy hasta las pelotas de que se juegue de manera cínica y vil con estas cosas. Cuando aquí hacemos un circo de todo eso y luego resulta que nos llevamos las manos a la cabeza por decir que hay miles de personas que pierden la vida por culpa de la obesidad. Eso es una barbaridad decirlo. Con el juego que hacemos con esta señora subiéndole a una báscula a ver si pierde gramos en un día. Me parece bastante repugnante", expresaba. Acto seguido, abandonaba el plató para calmarse y "fumarse un cigarrito".
El colaborador, que se reincorporó al trabajo el pasado lunes tras un periodo de vacaciones, ha vuelto de su periodo de descanso especialmente combativo. Parece evidente que está guerrero con la cúpula de 'Sálvame', a la que ha criticado por su "doble moral" y la manera en la que trata los temas. Temas como el documental de Rocío Carrasco, del que se ha desmarcado por completo, o el polémico despido en directo de su compañero Antonio Canales. Para la audiencia y numerosos seguidores de las redes es como si estuviera echando un órdago a la dirección. ¿Acaso desea provocar su despido? Salta a la vista que no está conforme con las pautas que siguen los responsables del programa...
"Que pongan el material entero. Lo que he dicho de la obesidad es un problema que se lleva por delante la vida de 140.000 personas en este país. No es ninguna broma", insistía Matamoros. "Lo que le pasa a Kiko Matamoros es el síndrome postvacacional, que viene de África y le ha sentado mal volver al trabajo", comentaba Nuria Marín tras la marcha de su compañero del plató.
"No me gusta que se manipule la información"
"Me pasa que no me gusta que se manipule la información, lo que he dado es una información absolutamente cierta", se quejaba una vez que regresaba a su sillón. Ha recordado que no desea que nadie le cuelgue "la 'G' gordófobo, la 'N' de negacionista, la 'M' de machista o la letra que le salga a cada uno de las narices cada vez que quiere dar una opinión. Sé lo que soy. Sé la formación que tengo, sé de lo que puedo hablar y de lo que no... Sé lo que digo y por qué lo digo", manifestaba.
"Cuando habló sé de lo que hablo y por qué lo hablo (...) Le he pedido perdón a Anabel tres veces. No era mi intención mofarme de de ella, pero no estoy dispuesto a que se juegue conmigo. Y no se va a jugar", añadía. Una vez que lograba calmarse, dejaba claro que no tiene nada personal contra Anabel Pantoja ni con sus kilos de más: "Le pedí perdón a Anabel porque no tengo nada contra ella y esto es un juego del que hemos participado todos, quizás de manera equivocada". Y zanjaba: "Me gustaría que no manipularais más".