Tras más de tres semanas desaparecido, Kiko Hernández ha vuelto al trabajo. Ha regresado a su puesto de colaborador de televisión en 'Sálvame' y con toda la naturalidad del mundo ha explicado que está mucho mejor. Una desconexión en la que apagó el teléfono móvil, se centró solo en su familia y donde incluso "no habló con nadie" por decisión propia. Ajeno a todo lo sucedido estos días, Kiko ha insistido en que no sabe nada de la supuesta separación de Olga Moreno y Antonio David Flores, aunque llega con muchas ganas de aportar al programa.
A principios del mes de octubre Kiko Hernández se confesó como jamás lo había hecho en televisión. Empezó a quitarse capas y explicó que desde hacía tiempo quería desaparecer de televisión: "Por mi salud mental necesito parar. No puede ser. Ayer tuve ideas raras en mi cabeza y necesito para". Sus palabras fueron tan claras que solo unos minutos después de pronunciarlas abandonó el plató y es que llevaba unos meses en los que ni siquiera había tenido tiempo de llorar a sus amigas. Tras la pérdida de Mila Ximénez, que falleció el pasado mes de junio, ahora ha perdido a Begoña Sierra, una empresaria a la que él consideraba parte de su familia. No ha sido fácil volver a la vida sin ellas, mucho menos si se tiene en cuenta que ni siquiera ha tenido tiempo de llorarlas.
Si la muerte de Mila fue para él un tremendo varapalo al tener una gran amistad con ella, el fallecimiento de Begoña, dueña del bingo Las Vegas, ha sido un punto de inflexión. Habló con sus jefes para que le dieran un tiempo, sin fecha de vuelta, para sanas heridas y encontrarse consigo mismo. A pesar de que debe continuar y seguir con este camino, Kiko Hernández ya ha vuelto al plató al encontrarse con ganas suficientes para hacerlo. Lo ha hecho de un negro riguroso, intentando normalizar su regreso a la pequeña pantalla, y sobre todo, aguardado bajo calor de sus compañeros.
"Después de todo la vida sigue"
Fue el mismo quien después de unos días con las redes sociales desactivadas, tranquilizó a sus seguidores desvelándoles cuál era su actitud a partir de ahora. "Después de todo la vida sigue", dijo Kiko Hernández. De este modo, deja claro que a pesar de los durísimos golpes que le ha azotado la vida, su intención es la de mirar hacia adelante y, sobre todo, no rendirse. Quiere priorizar su salud e intentar estar bien para ser feliz tanto en el plano laboral como en el familiar con sus pequeñas, en las que vive completamente volcado.