Jose Antonio Avilés entona el 'mea culpa': "Debo dinero, pero no he estafado"

El colaborador de ‘Viva la vida’ ha querido dejar muy claro que no ha incurrido en delito alguno. «¿Eres consciente de que podrías ir a prisión?», le preguntaba Jorge Javier. «Para yo ir a prisión se tendrá que demostrar todas las cosas. No soy un estafador, soy un moroso. Se me están imputando delitos. A lo mejor soy yo el que tiene que denunciar a toda esa gente», detallaba.

Avilés ha admitido haber hecho trampas cuando le ha tocado hacer frente a distintos pagos. «Es cierto que he anulado transferencias con conocimiento de que las anulaba y sabiendo que no tenía fondos. Puedo demostrar que las transferencias no son falsas. No he falsificado ningún documento bancario como se me está acusando».

Otra de las cuestiones que ha aclarado Avilés tienen que ver con el hecho de haber mentido con la muerte de su abuela en varias ocasiones para excusarse por sus impagos o sus mentiras. «¿Cuántas veces has matado a tu abuela para justificar tus impagos?», le ha preguntado el de Badalona. «He matado a mi abuela tres veces. Hablo con el corazón y con la verdad».

En ocasiones, al colaborador le temblaba la voz al hablar. Pero no le ha temblado el pulso cuando le ha tocado confesar que nunca ha pisado una facultad de Periodismo. «No soy periodista. No te voy a engañar. Cuando termino de estudiar bachillerato mi madre me dice: ‘Tienes que estudiar, tienes que estudiar, tienes que estudiar. Pero todos mis amigos estaban estudiando carreras. Y José Antonio se hace el guay delante de sus amiguitos y empiezo a decir que soy periodista. Nadie me ha pedido el título de periodismo ni me he presentado a unas oposiciones».

Aunque no tiene un título universitario, el andaluz ha defendido el rigor con el que ha trabajado en los medios de comunicación. «He dicho que soy periodista, sí, pero a lo largo del tiempo he trabajado para tener exclusivas, para tener noticias, para llevar informaciones».

Después de varias semanas siendo objeto de todo tipo de acusaciones, lo que más le preocupa es su familia. En especial su progenitora, a quien también engañó al decirle que había estudiado Periodismo. «Le dije a mi madre que lo estudié a distancia y por eso ella no sabía nada».

Carmen ha intentado defenderlo contra viento y marea, pero lidiar con un vendaval tan fuerte no ha sido una tarea fácil para ella. «Mi madre es una persona que es fuerte, pero después de todo lo que se ha dicho no lo está pasando bien. Ni mi madre ni nadie de mi familia. Y es lo que más me duele. Está enfadada y decepcionada como cualquier madre a la que le engaña un hijo. Esa vida paralela mi madre la está asumiendo cuando yo se lo he contado».

«Lo más duro es que se haya llamado a mi madre cómplice de estafa», añadía el joven. Por eso ha querido pedir disculpas públicamente. «Perdonadme por convertir mi vida en una vida de fantasía. La situación que estáis viviendo no la merecéis. Y su hijo no tenía que haber venido a pagar deudas, sino a estar disfrutando de lo que ha ganado y dándoles una mejor vida».

Jorge Javier le ha recordado que «el torrente de personas que se han puesto en contacto con el programa diría que es casi demencial». Muchos testimonios que se han alzado contra Avilés han asegurado seguir esperando que pague sus deudas «con pequeñas cuentas. Son trapicheos, José Antonio».

Avilés ha explicado que son ciertas sus mentiras «con lo de las cachimbas, con las calesas de coche de caballos, pero solo el 50%, lo de Rubén Galván en Sevilla el día del entierro del padre de Irene Rosales y lo del sofá». Sobre la polémica compra de un sofá ha detallado: «Se ha dicho que el sofá costaba 3.000 euros y no es así. El sofá vale 1.500 euros. El sofá no es una mierda, es muy cómodo. Pagué 750 euros y la señora empieza a reclamarme los otros 750 euros y le digo: no puedo pagarle ahora mismo».

«Se ha dicho que soy un enfermo. Para determinar si estoy enfermo o no me tiene que ver un especialista», señalaba. Avilés está dispuesto a dejar atrás su «vida de mentiras», pero «no puedo asumir algo que no he hecho. No he cometido ningún delito».