Elena Tablada se ha mostrado muy contundente tras la entrevista del pasado fin de semana de Javier Ungría en 'De Viernes'. Lo ha hecho en el mismo programa, confesando que "le propuse sentarnos cara a cara y terminar con esto, y me respondió “no mujer, circos los justos", asegura. Sin embargo, pese a que no ha habido 'cara a cara', Javier ha tenido que enfrentarse a las duras acusaciones de su exmujer, que en el programa de Telecinco ha asegurado que "había varios Javieres, uno hasta que nos casamos, otro en el embarazo, otro cuando llegó Camila y otro en la separación". Además, ha asegurado que se empezó a alejar de él "porque no me gustaba su estilo de vida"; "Él manipulaba su horario del restaurante según su conveniencia, le gustaba salir, y cada dos o tres meses había salidas en las que desaparecía y dejaba de saber de él".
"La guerra va a empezar ahora mismo", ha sentenciado Tablada antes de dar paso a un Ungría que reaparecía en el plató totalmente serio y visiblemente molesto por las declaraciones de la madre de su hija.
"Hay cosas que son inadmisibles", ha comenzado diciendo Javier Ungría a su llegada a plató. "Ella dice que esto se termina cuando yo quiera parar, será cuando yo quiera parar de defenderme porque es ella la que ataca...", ha continuado. El empresario asegura que "tengo amenazas diarias de ella" pidiéndole que no hable de una cosa u otra. "Elena quiere ganarse el juicio mediático, a veces dice tantas veces las cosas que se las acaba creyendo", ha sentenciado, y es que asegura que "eso de que yo no llegaba a casa después de salir es totalmente mentira".
Javier ha dejado claro que no va a sentarse frente a Elena a discutir públicamente: "No quiero que mi hija vea esto", ha dicho contundente.
No ha dudado en entonar su 'mea culpa': "Yo he fallado en no cuidar la relación como tendría que haberla cuidado", ha confesado, "yo empecé a desilusionarme y cansarme de cosas... Al final la relación se va desgastando, vas teniendo menos paciencia en cosas que antes la tenías. Yo me sentía que era el último mono en esa casa".
"A Javier le vino grande ser padre"
La diseñadora asegura que entre ellos "todo era perfecto hasta que nos casamos y empezó a enseñar la patita", además de acusarle de no haber sabido llevar bien la paternidad: "Le vino grande ser padre, y aún más ser padrastro", ha dicho tajante.
Él no ha dudado en responder, asegurando que en la educación de su hija "chocábamos", porque considera que Elena es "más relajada" y él "más estricto con los modales, soy un pesado".
Las cosas comenzaron a desgastarse tanto que la pareja decidió acudir a terapia para arreglar su relación, sin embargo, no funcionó. "A mí la terapia me demostró que me tenía que separar", asegura Javier Ungría, y entonces tomó una decisión sin vuelta atrás. "Me pasé varios días pensando que había que tomar una decisión urgente, pero es que ya no quería estar ahí y que mi hija me viera todo el día discutiendo... Entonces ese día dije 'me voy a ir', y ya sabía que iba a ser para siempre", ha comenzado contando, "ella me dice que lo reconsidere, pero yo cuando lo hago es porque lo tengo ya decidido y pensado".
Tras su separación, su relación no era una guerra como es ahora, sino que ambos se comunicaban de forma cordial. "Al principio teníamos una relación más o menos normal", ha confesado, "cuando ella se dio cuenta realmente de que nos separábamos, ahí se torció todo".
"Me puso detectives privados durante ocho meses"
Javier Ungría ha destapado que, durante mucho tiempo, le estuvieron siguiendo varias empresas de detectives: "Me seguían durante días sueltos, cuando iba a comer con amigos o así, evidentemente días que elegía ella, no le interesaba seguirme cuando voy al gimnasio", asegura. "Yo me enteré por mi abogado, que me sacó un informe enorme diciéndome que me habían estado siguiendo", ha desvelado.
Fue, al parecer, un movimiento de Elena Tablada para conseguir, así, pruebas contra Javier Ungría en el juicio por la custodia de su hija: "Yo creo que buscaban ver cuánto dinero me gastaba yo al mes, además, se insinuaba que yo tenía problemas de adicciones". "Yo esto ya lo he normalizado, pero lo alucino un poco. Hay cosas que yo me he acostumbrado a ellas, pero son bastante curiosas", ha zanjado.
El próximo viernes será Elena quien visite el plató de 'De Viernes' y Javier ha querido mandarle un mensaje: "Hay que tener cuidado con lo que se dice aquí, que los niños crecen y pueden verlo. Yo no he venido a decir nada malo de nadie, a Elena le deseo lo mejor, es la madre de mi hija y mi hija la adora", ha terminado.