Desde que confesara públicamente sus adicciones, Kiko Rivera ha hablado en más de una ocasión abiertamente del tema. Un pilar fundamental para superarlas ha sido, sin duda, Irene Rosales. La colaboradora ha confirmado que el DJ no está plenamente recuperado y ha revelado su gran miedo.
"Llevo temiendo un bajón desde marzo de 2018 cuando dijo que tenía este problema", ha afirmado en 'Viva la vida'. Ha recordado cómo asumió aquella etapa tan difícil que le tocó vivir al lado de su marido: "Para mí eso fue muy duro porque me pilló con mi hija pequeña que tenía tres meses y Ana con tres años".
"Kiko no está recuperado cien por cien". Ha querido indicar que toda su vida tendrá que estar luchando por no recaer y que sus coqueteos con las drogas no estaban ligados a las noches de fiesta, había otra razón principal: "Ha sido una adicción para salir de los problemas. Por eso él dice que cuando yo me voy los fines de semana sigue viviendo una lucha".
Actualmente continúa en tratamiento, no solo tiene sesiones regulares con sus psicólogos, también está siendo atendido por un psiquiatra. No se está medicando actualmente porque no le sentaba bien y le dejaba atontado. Otro punto clave en este largo proceso está siendo el deporte: "Eso es fundamental para la cabeza". Intenta no acudir a las citas con su psicólogo, en cambio, está recibiendo sesiones online.
El papel de Isabel Pantoja
Irene ha indicado que en su momento se puso en contacto con Isabel Pantoja y le contó el problema que tenía su hijo "no para que ella pusiera la solución, era el último recurso que su familia supiese el problema que él tenía". Tanto Kiko como su mujer han señalado que la tonadillera no ofreció todo el apoyo que su hijo necesitaba. "Él quería creer que su madre le había ayudado con las adicciones". Nunca ingresó en una clínica de desintoxicación, pero sí que se valoró en un principio, finalmente optaron por no hacerlo.
Nuevamente este asunto le está afectando a Irene profundamente: “Estoy mejor pero me está costando volver a estar bien, es un tema que he sufrido mucho y voy a seguir sufriendo". Reconocía que le había dado muchos dolores de cabeza ya que lo había sufrido en primera persona. "De ahí la rabia de la llamada", ha afirmado cuando realizó una reciente intervención en 'Sálvame'. "Nunca he esperado nada de nadie, le dije a Anabel que a la hora de opinar tenía que opinar de una forma diferente, sabe lo que yo he sufrido, no se esperaba mi llamada. Yo lo hice en caliente y desde el dolor y la rabia, fue en el acto y le entró la impotencia”.