Iker Jiménez es uno de los presentadores que más éxito cosecha en televisión y no le hace falta una polémica para mantenerse en la cresta de la ola en su carrera televisiva. Sin embargo, no siempre son tiempos de bonanza y hasta él se ha encontrado con etapas en su vida en la que el desánimo ha estado cerca de hacerle tirar todo su esfuerzo por la borda y comenzar una nueva vida muy distinta a la que tiene desde que hizo despegar la nave del misterio de ‘Cuarto milenio’ hace ya 17 años atrás, con 15 temporadas de su programa a sus espaldas. Así lo ha confesado ahora el propio presentador en un arranque de sinceridad que ha pillado por sorpresa a sus seguidores, y es que desconocían que cerca han estado de quedarse sin su programa centrado en el lado oculto de la verdad, en el misterio y en el atractivo más allá.
Pero lo que casi hizo a Iker Jiménez no volver a sentarse ante las cámaras y no sacar adelante una temporada más de ‘Cuarto Milenio’ no ha sido otra oferta de trabajo o la necesidad de explorar nuevas facetas en su cerrara. Lo sorprendente de todo esto es que ha sido el fútbol la gran tentación del presentador, que se planteó la posibilidad de dejar su trabajo para jugar partidos de fútbol con sus amigos. “Llevo desde los 8 años jugando al fútbol y viendo el fútbol. Nunca he sido ningún portento ni mucho menos, pero sí he sabido disfrutar de cada partido que he echado en mi vida”, comienza a relatar el presentador para explicar que en 2015, cuando él y Carmen Porter firmaron su temporada 13 de ‘Cuarto Milenio’, tuvieron la tentación de renunciar a su pasión por el misterio y la televisión y retirarse.“En aquel momento, Daniel Gavela, nuestra querida y recordada Elena Sánchez y Leonardo Baltanás decían ‘¿qué pasa? ¿hay algún problema? El programa es un éxito, estamos arrancando, es vuestro sueño hacer estas cosas’ y les dije que ya, pero que tengo un problema y el problema es que llevo muchos años jugando con mis amigos los lunes, y los lunes grabamos”. Una coincidencia que obligaba a Iker Jiménez decidir si seguir al frente de ‘Cuarto Milenio’ o jugar con sus amigos ese tradicional partido de los lunes. Finalmente, el problema se solucionó cuando la cadena optó por cambiar el día de grabación del espacio.
Parece un poco descabellado pensar que Iker Jiménez casi deja huérfanos a sus fieles amantes del misterio por seguir su otra pasión por el fútbol, pero él lo entendía como un principio de salud, más que un hobby: “Había iniciado un viaje en el que estaba medio enfermo, no era ni yo. En aquel momento, el fútbol entre amigos era lo más importante del mundo, más que la televisión. Yo estaba insoportable porque no podía hacer lo que más me gustaba e incluso lo notaba físicamente”, reconocía en su último programa.