Son muchos los que ponen en duda la historia de amor entre Adara Molinero y Gianmarco, nacido al calor de los focos y las cámaras de la casa de ‘GH Vip 7’. Poco o nada ha importado que ella tuviese un compromiso de un futuro en común con el padre de su hijo, Hugo, con el que tiene intención de hablar nada más salir del concurso para poner fin a su relación y, de paso, iniciar un proceso de batalla judicial por la custodia del pequeño.
Pero para eso aún habrá que esperar y aún tenemos la atención fijada a lo que sucedió dentro de la casa entre Adara y Gianmarco o, más concretamente, a lo que sucedió entre ellos bajo las sábanas. Un misterio que cerca está de convertirse en un debate de Estado, dada la ferviente lucha que se vive en las redes sociales y los platós de televisión por dilucidar hasta qué punto el amor está triunfando a las ansias de fama de los protagonistas y sus respectivos colaterales.
Al menos, ahora se ha podido arrojar más luz sobre lo que sucedió aquella noche en la que las sábanas se movían sospechosamente cuando Adara y Gianmarco fingían estar durmiendo. Así se lo ha confesado ella a su gran amigo dentro de la casa, el Maestro Joao, que se moría de intriga por conocer lo lejos que han podido llegar ella y el italiano cuando la noche cae en Guadalix y las cámaras funcionan en infrarrojos: “Debajo de las sábanas me da…”, comienza a decir Adara, dejando a Joao con el corazón en un puño. Pero no hay gran confesión, porque al final reconoce que tras esos puntos suspensivos tan solo hay “besitos en la mano”.
Adara piensa abandonar a Hugo: «Quiero empezar una nueva vida»
Adara y Gianmarco parecen haber resistido bien la tentación a lo largo del concurso por respeto a Hugo, la pareja de ella y padre de su hijo. Adara ya habla de su pareja como su ex cuando habla con Joao, aunque no ha tenido oportunidad de explicarle lo que pasa por su mente y por su corazón cuando Gianmarco se ha cruzado en su camino en ‘GH Vip 7’.