El Maestro Joao ha accedido a leerle el futuro a Andreu Buenafuente en sus nalgas y el presentador alucina con todo lo que acierta con esta técnica. Vea el divertido vídeo

El Maestro Joao tiene un don y no solo nos referimos a la videncia, sino a su impresionante facilidad para hacer que los famosos se bajen los pantalones ante él para dejar sus partes nobles al descubierto. Eso sí, siempre hay una buena excusa y es que el vidente tan solo admira las nalgas de los ilustres rostros conocidos con la única finalidad de adivinarles el futuro. ¿Qué verá? Eso tan solo lo sabe él. El resto nos conformamos con divertirnos al ver cómo Andreu Buenafuente ha sido el último en caer en la trampa de quitarse el pantalón, bajarse los calzoncillos y dejar su culo justo frente a la cara del Maestro Joao. Todo un momentazo.

Este miércoles, el Maestro Joao ha acudido como invitado estrella al programa ‘Late Motiv’ para ser entrevistado por Andreu Buenafuente. Con esta pareja cómica cualquier cosa podría suceder y no es de extrañar que el adivino quisiese demostrarle al presentador lo que aprendió en sus años como becario de Rappel, cuando trabajaba en su gabinete y aprendió trucos de adivinación como vislumbrar el devenir futuro a través de la admiración de las nalgas del cliente. Una práctica que tiene su base estudiada y que se conoce como rumpología. El adivino dejó claro que en las nalgas se atisban los rasgos de la personalidad de la persona y que más cerca del ano es donde se puede ver con claridad lo que le depara el destino.

Buenafuente, que no tiene reparos para lanzarse a la piscina por el bien de la audiencia, no dudó en abrirse de par en par al Maestro Joao para que este le desvelase lo que veía. ¿Quieres saber lo que descubrió el vidente viendo el culo del presentador? Adelantamos que hasta Andreu Buenafuente alucinaba con lo que iba acertando el adivino, especialmente por aquellos detalles de su personalidad que nadie conoce y que Joao ha sabido interpretar. Vea el vídeo, porque no te dejará indiferente y seguro que alguna carcajada te roba.