Dani Tatay (42) tuvo vocación artística, pero lo que solo era un hobby acabó siendo su profesión. Durante 15 años fue bailarín, trabajando en televisión y en musicales, y acompañando en giras a cantantes como David Civera y Carlos Baute. Hasta que en 2018 una lesión de Maxi Iglesias le llevó a convertirse en el protagonista del musical 'El guardaespaldas'. A partir de ahí, llegaron series como 'Acacias 38' y películas como 'El juego de las llaves', hasta convertirse en la actualidad en uno de los protagonistas de 'Sueños de libertad', la nueva producción de las sobremesas de Antena 3. En su caso, un gran sueño hecho realidad.
¿Empatizas con tu personaje Andrés de la Reina?
Sí, él y yo somos muy parecidos. Al no ser un villano intento hacerlo muy mío y mostrar todas mis capas de vulnerabilidad, sensibilidad…
Tuviste un papel importante en otra serie diaria, 'Acacias 38', pero aquí eres uno de los tres protagonistas. ¿Sientes el peso de la responsabilidad?
Al principio, no le di tanta importancia, porque yo soy bastante de dejarme llevar, pero luego, al ver la gran apuesta que ha hecho Antena 3, sí me dio un poco de vértigo. Sientes que debes dar la talla, porque hay mucha gente dejándose la piel. Sin embargo, una vez metido en faena, como tenemos tanto trabajo y tanto que estudiar, ya no eres consciente del peso que tiene tu trabajo. Lo son más mi familia y amigos que yo mismo.
¿Cómo llevas que ahora te paren por la calle?
Yo siempre he estado agradecido de que la gente reconozca mi trabajo, porque me motiva y me hace feliz. Además, sucede porque la serie está triunfando y eso es maravilloso.
¿Y qué te dice tu familia?
Mi madre es muy aficionada a las series y 'Sueños de libertad' le gusta mucho y a mi hermana también le encanta. Mi padre, que falleció hace 17 años, era muy fan mío cuando yo bailaba. Ojalá viviera para ver lo que he conseguido... Y, luego, tengo mucho apoyo de familiares y amigos, que algunos no veían series de sobremesa y esta les encanta.
De niño te gustaba bailar, pero se consideraba ‘de niñas’ y te apuntaron a natación...
Sí, lo típico era que las niñas bailaran y los niños practicaran otros deportes. Yo hice natación durante 12 años a nivel competición y no me arrepiento, pero tenía la espinita de hacer algo artístico, aunque no me fuera a dedicar a ello profesionalmente. Era muy artista desde niño, porque en mi colegio de los Salesianos de Valencia, de donde yo soy, hacíamos teatro y musicales y me encantaba. El caso es que me acabé apuntando a una escuela de danza, pero me gustó tanto que dejé mi trabajo como azafato de RENFE y los estudios de Trabajo Social, me formé en serio y me empezaron a surgir trabajos. Así, me he dedicado a la danza durante 15 años hasta que apareció la oportunidad de trabajar en la interpretación, hace seis años, a raíz de sustituir a Maxi Iglesias en 'El guardaespaldas'.
Y decides quedarte con la interpretación...
Este es un mundo más complicado, pero ahí estoy, luchando, y no me arrepiento del cambio. Es lo mejor que he hecho en mi vida.
Estuviste de gira como bailarín con David Civera y con Carlos Baute…
Sí, fue una experiencia maravillosa. Con Civera estuve en 2005- 2006 y con Baute, tres años. Bailar con ellos en un concierto es un sueño.
¿Qué te gusta hacer en tu escaso tiempo libre?
Intento hacer deporte, porque me ayuda mucho a desconectar. También soy muy de terraza y cervecita con amigos, ir al cine y viajar.
¿Te atrae la estabilidad laboral que te puede ofrecer 'Sueños de libertad'?
Claro, ojalá dure muchos años, porque tener un trabajo duradero te da una tranquilidad a la hora, por ejemplo, de comprar un piso en Madrid, que es muy difícil.
¿Habéis hecho piña entre el elenco de actores?
Sí, somos una familia real... Hay muy buen rollo y eso es importante porque se transmite en la pantalla. Si no, costaría más trabajar. Imagínate con la cantidad de tramas que tengo con Natalia Sánchez y Alain Hernández... Son gente estupenda.