Poco o nada queda de las rencillas que en un pasado distanciaron a Carmen Lomana y Pilar Vidal. Distintos rifirrafes hicieron que ambas protagonizaran algún que otro encontronazo en televisión, pero ahora, la colaboradora ha sacado su lado más humano al escuchar el testimonio de su compañera en torno al sobrepeso. Y es que, durante la noche del pasado miércoles, 8 de enero, la periodista se abrió en canal, como nunca antes y frente a Sonsoles Ónega, para compartir un desgarrador delato sobre su lucha contra la obesidad.
Esta misma mañana, en ‘Espejo Público’, Pilar Vidal ha confesado haber recibido una llamada de Carmen Lomana en la que se posicionaba a su favor, dejando atrás sus diferencias: “Carmen me dijo: ‘Ahora entiendo por qué todo el mundo te quiere. Me has emocionado, te he visto por casualidad’… Me dijo que me quería”, ha dicho, visiblemente emocionada por este paso al frente por parte de la colaboradora, que ha admitido haber vivido muy de cerca la peor parte del sobrepeso: “Tengo una hermana con bastante tendencia a ‘cuidarse’. A mí me daban pastillas para que engordase y a ella, al revés. Mi hermana me podía haber odiado por esto, pero no fue así”, ha contado.
El problema que ha unido a Pilar Vidal y Carmen Lomana: "Entiendo por qué todo el mundo te quiere"
Por su parte, Pilar ha intentado quitar hierro al asunto al asegurar que “hay muchísima gente que tiene esta enfermedad y no pasa nada”. No obstante, considera que lo correcto es visibilizarla para llegar hasta quienes lo están pasando mal por este motivo: “Igual que hablamos de cáncer y de salud mental, hay que hablar de esto (…) Creo que no hay ningún medio que no se haya hecho eco”.
De esta manera, ha quedado claro que Lomana y Vidal han enterrado el hacha de guerra, al menos temporalmente. Lo cierto es que ambas estaban unidas por un problema que no sabían hasta ahora, cuando Pilar ha tomado la palabra para contarlo públicamente y sin reparo. Su testimonio caló profundamente no solo entre los compañeros, sino también entre los espectadores, que a través de redes sociales la han apoyado para dejar claro que, en estos casos, la empatía es un valorsumamente importante.
El 'infierno' de la periodista a consecuencia del sobrepeso
Cabe destacar que la periodista lleva haciendo frente al sobrepeso prácticamente desde su nacimiento, pues su madre la dio a luz “casi con cinco kilos”: “A mi madre no le gustaba que yo fuera tan grande”, reveló. Y aunque intentó mantener la sonrisa durante toda la entrevista, algunas de las situaciones que había vivido se lo pusieron muy difícil: “Estas Navidades averigüé que incluso para mi comunión mi madre me puso a dieta”. Precisamente, esa información le hizo percatarse de que sus seres queridos habían llevado a cabo un fuerte control sobre lo que comía incluso cuando era niña, para así evitar que sus kilos aumentaran. Algo que quedaba aún más en evidencia cuando, por ejemplo, su hermano podía disfrutar de tortillas con ketchup, y su menú estaba más basado en carne a la plancha y verduras.
Según Pilar, es fundamental que los padres enseñen a los hijos buenos hábitos a la hora de comer, para evitar que su situación vaya a peor y ellos mismos puedan manejar sus condiciones en un futuro: “La gente que tiene obesidad en determinado grado, deberían aprender desde muy pequeños esos hábitos. No estar a dieta, sino saber vivir con ello”. Pero ella considera que, quizá en su caso, no se tuvieron en cuenta estos consejos: “Somos condescendientes con determinadas enfermedades, pero con la obesidad no lo somos”.
Aunque sus padres habían hecho todo lo posible para inculcarle unos buenos hábitos alimenticios, su situación dio un giro de 180 grados cuando se mudó a Madrid para trabajar. Al no tener el apoyo constante de sus seres queridos y estar sola, Pilar fue abandonando todo lo que había conseguido a lo largo de su vida: “Yo ya no tenía quien me dijera: ‘Esto no, esto sí’. Empecé a comer mal. No sabía ni lo que era el Burger King hasta que llegué aquí”. Esto, sumado al estrés que le proporcionaba su vida laboral, hizo que Vidal cogiera más peso: “Cuando salía, lo primero que hacía era comprar algo rápido, como un bocadillo de chorizo. Eso se convirtió en mi alimentación habitual”, confesaba. Ahora, ha señalado que pesa 20 kilos más de lo que sería su peso ideal, aunque en su mejor momento llegó a alcanzar los 62 kilos. Y aunque espera hacer frente a la obesidad, sí que le gustaría que las marcas de moda tuvieran más en cuenta a las personas con pesos elevados: “Cuando tienes dinero para gastar, pero no hay nada para ti, es la mayor frustración (…) Si estuviera más delgada, no tendría que trabajar tanto en mi estilo”, se lamentaba.