Carmen Borrego y Terelu Campos siguen sin darse una tregua. Aunque ambas habían dejado caer que estaban dispuestas a dar su brazo a torcer para poner fin de manera definitiva a su distanciamiento, lo cierto es que las recientes palabras de Carmen desmontan por completo la esperanza del posible 'adiós a las armas' de las hermanas.Ha sido la propia colaboradora de 'Sálvame' la que ha explicado de manera clara en qué punto está la relación con Terelu. En el plató del programa ha dicho que si esta no le pide perdón no moverá ficha para lograr un acercamiento. Así de tajante. O le pide disculpas o no hará absolutamente nadie para que las cosas cambien entre ellas.Con sus declaraciones, es evidente que Carmen Borrego sigue estando "harta" de ser siempre la culpable en los conflictos familiares. Es algo que ya dijo semanas atrás. «Estoy harta y lo puedo decir. ¿Incendiar es decir que estoy harta? No solo estoy harta, puedo estar hartísima incluso. Y eso no es incendiar. Porque ella ha dicho 25 millones de veces en ‘Viva la vida’ que su hija está hasta los cojones de mí. Y yo no he dicho nada. ¡Y ahora soy yo la que viene a decir que estoy harta! ¡Ya está bien de ver la paja en el ojo ajeno!», espetaba ante la mirada atónita de sus compañeros.
De momento, el horno no está para bollos. Carmen, cansada de ser criticada por Terelu y por su sobrina Alejandra Rubio ante las cámaras de televisión, cree que ha llegado el momento de que sean los demás, en este caso sus familiares, los que den un paso al frente. Todo parece indicar, además, que la cita que tienen pendiente aún no se ha dado. La última vez que se vieron en un acto público, las dos hijas de María Teresa Campos acordaron tener un encuentro privado para sentarse a hablar, largo y tendido, sobre los acontecimientos que las han alejado. «Hablamos y hemos quedado en sentarnos para seguir hablando», revelaría la benjamina del clan. Pero esa charla aún no se ha producido.En las tiranteces entre Terelu y Carmen mucho tiene que ver el fichaje de Carmen Borrego en 'Sálvame'. Su incorporación al programa -de donde ambas de marcharon de manera fulimante dos años atrás- sentó como un jarro de agua fría a su entorno. A raíz de entonces surgieron los zascas, los reproches ante los focos y el declarado malestar de Terelu hacia el cambio de postura de su hermana, quien ha pasado de ser vilipendiada a ser el fichaje estrella del programa.«Me imagino que cuando me siente con ella me dirá muchas cosas», ha adelantado Carmen al hablar sobre su cara a cara pendiente con Terelu. «Hay que hablar de muchas cosas, a ella le han sentado mal muchas cosas y a mí otras. Ella suele regañar más bastante que yo. Yo no soy de regañar. Me pueden sentar mal las cosas, pero no regaño. Yo no te digo lo que quiero que hagas. Yo doy más libertad a todo el mundo», zanjaba. Con regaños o sin ellos, el diálogo no se ha cristalizado aún. Sin el perdón de Terelu, la batalla sigue en pie.