Carmen Borrego regresaba al trabajo después de superar el coronavirus. La hija de María Teresa Campos se sinceraba en cuestiones personales como nunca antes lo había hecho repasando el capítulo más duro que ha marcado su vida, el suicidio de su padre, José María Borrego, quien decidió acabar con su vida pegándose un tiro el 23 de julio de 1984.

carmen borrego

Carmen, que cumple su primer aniversario como colaboradora de 'Viva la vida', se ha sometido a la 'Escalera de las emociones' donde ha confesado que durante un tiempo se sintió culpable por el fatídico final de su progenitor, incluso, creyó que no había estado a su lado. Ha contado cómo fue el momento en el que se enteró de la triste noticia siendo una adolescente, tenía entonces 17 años.Ha reconocido que su infancia fue feliz, pero su adolescencia fue "muy fastidiada" marcada por ese episodio que le hizo madurar de una forma "cruel". "Perdí a mi padre con 17 años de una manera durísima. Cuando uno pierde a un ser querido por una enfermedad no es que no sufra, pero aprendes a vivir con ello. Hay veces que cuando una persona se va de la manera que se fue siempre te queda en el corazón un sentimiento de culpa", ha reconocido.

carmen borrego

En el momento en el que falleció, Carmen no vivía con él, por ello ha explicado que creyó que no había estado a su lado lo suficiente. "Yo fui la última persona que hablé con él, la noche anterior que todo esto pasara". Carmen no ha querido desvelar el contenido de esa última conversación: "Jamás lo he contado y no lo haré por respeto a él". Sí que ha señalado que no sospechó nada extraño: "Si lo hubiera hecho, hubiera salida corriendo para evitar aquello que ocurrió".

De la culpa al enfado

Ha recordado a su progenitor como una persona introvertida y seria que imponía respeto, pero siempre mantuvieron una gran complicidad. Se enteró de la noticia de una forma "terrible" a través de una tía. "Yo no me entero realmente de lo que ha ocurrido con mi padre hasta el día siguiente. Mi familia decide que quien nos tiene que decir semejante cosa tan terrible es mi madre. Se nos dice que ha sufrido un accidente. Te lo cuento y se me pone la piel de gallina. Estuvimos una noche sin saber lo que había ocurrido".En el instante que le contaron lo sucedido le entró un sentimiento de culpa que se mantuvo en el tiempo. "El tema de mi padre nunca ha sido tabú en mi familia. Siempre se ha hablado de él con absoluto cariño y respeto", ha contado. Pasados los años se dio cuenta que ella no tenía culpa de nada: "Perdonas aquello que ha ocurrido y te llega la decepción. De la culpa pasas al enfado, dices ¿por qué me has hecho esto?. Luego le hago responsable a él porque no ha pensado en nosotras".