Enamorados de su faceta como colaboradora de televisión, presentadora y miembro del jurado de El Desafío, durante los últimos meses no hemos sido capaces de retirar nuestra mirada de Tamara Falcó. La vimos entre fogones en su programa de cocina de La 1 de TVE, seguíamos sus debates cada jueves en El Hormiguero y cada viernes nos sorprendía en el concurso más alocado y sorprendente de la televisión. Sin embargo, había algo que nos faltaba, un detalle que echábamos de menos enormemente. Y es que pensábamos que la marquesa de Griñón, para centrarse en su carrera televisiva, había dejado a un lado su marca de moda y sus diseños. Pero estábamos equivocadas; pues hace tan solo unas semanas presentaba su última colección, una línea de lo más ideal que nos enamoró a todas por completo.

Bajo el nombre de Fleur d'Eté (Flor de verano en español), la hija de Isabel Preysler daba un giro a su marca, TFP by Tamara Falcó, y dejaba a un lado las líneas minimalistas y los colores neutros para presentar una línea inspirada en la Provenza francesa con un estilo muy chic. Vestidos estampados muy femeninos con escote halter; diseños con lazada a la espalda, dejándola al descubierto; y prendas sencillas pero elegantes con un movimiento ideal y un patrón que jamás pasa de moda. Un conjunto de piezas de lo más favorecedoras que por fin hemos podido ver sobre la mismísima Tamara Falcó; ya que ayer mismo posaba en su cuenta de Instagram con la que, sin lugar a dudas, es una de las prendas clave de toda la colección: el vestido Nardo (250 euros).

El vestido más ideal de Tamara Falcó es de su propia firma 

Se trata de un vestido drapeado de corte midi, confeccionado en tejido de algodón efecto paper touch (de tacto papel) en color blanco. Una prenda que, al frente, presenta un escote cuadrado, manga farol abullonada y abertura en la falda mediante tapeta con botón forrado. No obstante, el detalle más especial lo encontramos en la espalda, donde presenta una doble lazada de lo más original que crea un efecto romántico y natural que no puede gustarnos más.

Es un vestido tan sumamente sencillo y elegante que, añadirle demasiados complementos, sería destrozarlo por completo. Es por ello por lo que la joven ha querido combinarlo única y exclusivamente con unos bonitos pendientes de aro dorados. Nada más. De hecho, no se ha calzado si quiera para la instantánea, potenciando así el aspecto relajado y tranquilo de la prenda. ¡Nos encanta!