Si existe una periodista incombustible en nuestro país esa es Susanna Griso. La presentadora, que lleva nada menos que 16 años al frente de ‘Espejo público', es una comunicadora todoterreno, un auténtico referente y una mujer que crea escuela. No solo eso, también destaca a la hora de vestir. Tiene un estilo elegante y versátil como pocos, con un toque muy fresco que lo hace totalmente rejuvenecedor y, lo que es mejor, muy inspirador. Atenta porque te damos las claves de la catalana para vestir bien a partir de los 50 años. 

La periodista sabe mejor que nadie discernir entre los compromisos de postín y el día a día. Si para los primeros la veremos brillar de la mejor de las maneras, para los segundos apuesta por propuestas actuales, cómodas y versátiles. Está atenta a las tendencias y le gusta la moda, algo que se nota cuando posa ante los focos de un photocall. Además, adora llevar looks en clave minimalista que se ajusten a su personalidad, estilicen su figura y sean muy modernos. Uno de sus principales puntos fuertes con el que logra rejuvenecer siempre.

Las claves de Susanna Griso

A sus 52 años, la comunicadora sabe conquistar a través de sus propuestas. No se amilana ante las tendencias aunque intenta solo optar por las que se ciñen a su estilo. Sus looks son muy favorecedores, femeninos, frescos y con un punto 'working girl' que los hace infalibles. Hay que añadir que se siente más cómoda en pantalones, por ello reserva los vestidos y las faldas para las ocasiones más especiales. Si tuviésemos que destacar algo es que intenta ir a la última con un vestidor potente, sin estridencias, pero que reivindica ese aspecto tan potente de expresión que siempre tiene la moda.

Gabardinas de cuadros, camisas oversize, estampados geométricos, trasparencias, jumpsuits... Susanna Griso adora el juego de combinaciones en clave de moda, también que sus modelos aúnen naturalidad y comodidad, aptos para jornadas maratonianas delante de los focos de la televisión. El perfil de ejecutiva le sienta muy bien y la convierte, sin duda, en la más elegante de la oficina. Hay que añadir que su esbelta figura y su altura -no alcanza el 1,80m pero se queda cerca- la convierten en un auténtico maniquí. También acostumbra a decir sí a los contrastes, enfundándose en una cazadora de cuero con un punto roquero con la que rompe con lo convencional.

Otra de sus principales señas de identidad es su característica melena rubia. Un peinado que ha sido muy copiado y que tiene un punto juvenil infalible. Lleva su cabello por encima de los hombros, capeado y con flequillo a un lado. Un corte que le sienta fenomenal.