De su vestido con falda micro a su moño más criticado: los mejores y peores looks de la Infanta Sofía en sus 18 años

Hoy, 29 de abril de 2025, la Infanta Sofía de Borbón cumple 18 años. Y mientras en Casa Real soplan velas con discreción institucional, nosotros hemos preparado una celebración algo distinta: un repaso estilístico de sus mejores y peores looks desde que la menor de las hijas de los Reyes comenzó a hacer apariciones públicas con cierta independencia. Porque si bien la Princesa Leonor ha acaparado titulares por su papel institucional, Sofía se ha permitido jugar más con la moda. Aún en construcción estilística, la Infanta ha dejado claro que no teme experimentar, aunque no siempre haya salido bien parada de ciertos riesgos. Vamos a diseccionar aquellos aciertos y algunos tropiezos que han jalonado la corta pero intensa historia de su vestidor. 

Su mono azul bebé con cuello fruncido en los Premios Princesa de Girona 2024

El azul bebé le sienta bien, con su melena rubia va perfecto, pero el corte de este mono no era, ni de lejos, la mejor opción de su armario. El cuello fruncido y el ajuste general resultaba poco favorecedor para su altura y figura. Aunque el tejido parecía de calidad y la intención era sin duda elegante, en general, el estilismo le echaba años encima. Era como si Sofía hubiese heredado un estilismo de su madre -que no era el caso- y que no le correspondía ni por edad ni por energía. Una ocasión tan señalada requería una prenda mejor pensada para ella. 

Mono azul con pecho multicolor, Orden del Mérito Civil, junio 2024

Aquí, la historia fue otra. El mono azul de la firma Cardié, en un tono profundo y favorecedor, tenía un detalle de color fucsia efecto acuarela en el pecho que aportaba un punto fresco y juvenil sin caer en la estridencia. El corte era moderno, limpio, contaba con aberturas, con una fluidez que acompañaba a la perfección su estatura. Las falsas hombreras completaban con acierto un look que decía "joven, pero ya no niña". Una elección que demostró que la Infanta Sofía tiene intuición para la moda cuando no se deja llevar por lo clásico. 

Vestido con mangas capa y estampado floral, Jura de la Constitución de Leonor

Una de sus apariciones más aplaudidas, y con razón. Este vestido con mangas capa, falda mini y estampado floral era solemne, apropiado y con un aire sofisticado que no la disfrazaba de adulta prematura. Sofía acertó de pleno con esta opción, que lograba el equilibrio entre lo ceremonial y lo juvenil. El maquillaje suave y el peinado suelto completaban una imagen fresca pero a la altura de la ocasión. En este evento, a pesar de no ser la protagonista, supo estar a la altura sin robar protagonismo.

Vestido bicolor sin mangas, cuello cerrado, Premios Princesa de Asturias 2023

Otro acierto rotundo. Este vestido, con cuerpo blanco y falda negra midi, de corte limpio, con abertura en el costado y cuello cerrado,  recordaba a ciertas siluetas que bien podría haber llevado Doña Letizia. Sofía se mostraba rotunda, sobria, pero con un punto cool que demostraba que, cuando quiere, tiene una visión de estilo muy contemporánea. Un estilismo que encajaba muy bien con el que lució su madre y que parecía hecho a medida para la ocasión. Bravo.

Vestido rosa de manga sisa y falda micro, julio 2023

Este fue uno de los estilismos más comentados de Sofía. Y no solo por la falda, más corta de lo habitual en su historial, y eso que le suele gustar el corte mini, sino porque con este look, la infanta demostró que no piensa encorsetarse en el estereotipo de la royal más complaciente. El vestido de Sfera era sencillo pero efectivo: escote limpio, color favorecedor, y largo audaz que, lejos de resultar vulgar, transmitía juventud y frescura. ¿El remate final? Sus bailarinas de flores de la firma Adeba Madrid. Una declaración de intenciones que celebramos. La moda también va de atreverse.

Vestido azul y moño "ensaimada", Princesa de Girona 2021

El vestido azul era correcto, quizá todavía algo infantil, pero el moño, apretado, enroscado y en la parte superior de la cabeza, fue un error de proporciones reales; sobre todo, en una jornada de viento, de esas en las que el pelo liso tiende a revolucionarse. Fue un ejemplo claro de cómo, a veces, salir de la zona de confort nos puede salir bien o pueden acabar en desastre. 

Sofía de Borbón cumple la mayoría de edad habiendo demostrado que tiene un camino estilístico propio, más allá de la sombra institucional de su hermana. Ha alternado aciertos brillantes con errores que, más que fallos, son parte natural del aprendizaje de cualquier joven. Lo interesante es que nunca ha parecido disfrazada, ni siquiera en sus peores momentos. Hay en ella una intuición, un juego, una voluntad de gustarse sin caer en la teatralidad. Y eso, en el universo de la moda royal, ya es una victoria. Desde aquí, solo podemos desear que siga explorando, equivocándose y acertando. Porque de eso se trata la moda, incluso cuando tu apellido es Borbón.