Cinco años han pasado ya desde que Sergio Ramos y Pilar Rubio se dieran el 'sí, quiero' en una boda de ensueño que paralizó la capital hispalense natal del futbolista. Un evento lleno de glamour, romanticismo y, como no podía ser de otra manera, alguna que otra excentricidad que sigue viva en la memoria colectiva. ¿Quién no recuerda aquel 15 de junio de 2019 en la Catedral de Sevilla? Por si alguna ya se ha olvidado y para celebrar el 5º aniversario de la pareja, damos un paseo por los mejores estilismos de la boda y también por algunos que no acertaron tanto.
La moda cambia mucho, aunque, a veces, nos hace falta echar la vista atrás para caer en la cuenta. Los estilismos de invitada, como pasa con las colecciones más comerciales, también se ven afectados por las tendencias, incluso los looks más clásicos se ven con un halo de nostalgia si los vemos en perspectiva. No así, el vestido de novia de Pilar Rubio, obra de Zuhair Murad, fue uno de los grandes protagonistas de la noche y ese sí que era una obra de arte completamente atemporal.
Un diseño con escote en pico con tirantes finos, falda de tul de corte columna y una cola desmontable que nacía en sus caderas y le daba pomposidad y empaque al estilismo. No pasaron desapercibidas sus trenzas, ni su intrincado velo y muchísimo menos su ramo de calas negras. Un look que sin duda se ha ganado un puesto –muy alto– en la historia de las bodas de famosos. Nunca se podrá decir que Pilar no fue una novia original.
Los grandes estilismos y los patinazos de la boda de Pilar Rubio y Sergio Ramos
Entre las invitadas, no faltaron rostros conocidos del mundo del fútbol, la moda y la farándula española (y la internacional). La pareja estableció un dress code que muchas todavía recordarán. Sí, aparte de la exigencia de chaqué y de vestidos largos, la invitación pedía expresamente que se evitaran el color naranja, el rosa, el rojo, el verde y, naturalmente, el blanco. Menos mal que la boda se celebró en 2019, pues si hubiera sido en 2023-2024, las invitadas hubieran tenido poco que ponerse. ¿Acaso no son ahora los colores que imperan en las colecciones de verano?
Con todo y con eso, la mayoría de las asistentes supieron salvar los muebles. Algunas de las mejor vestidas fueron Victoria Beckham, que se pasó el protocolo por la patilla de las gafas y, aún así, triunfó; Naty Abascal, también se saltó las normas, pero consiguió ir rompedora con un vestido fucsia de Oscar de la Renta; Virgina Troconis no se quedó atrás con su vestido azul pálido que casi rozaba el blanco... y otras muchas invitadas que bien por su irreverencia o por su buen gusto consiguieron triunfar con su look.
Sin embargo, no todos los looks estuvieron a la altura de las circunstancias. Algunas de los invitadas optaron por apuestas más arriesgadas que no terminaron de convencer a la crítica.