Nacida en Caracas (Venezuela) en 1939, la diseñadora Carolina Herrera procede de una familia de estadistas y terratenientes.
Su verdadero nombre es el de María Carolina Josefina Pacanins y Niño. Una mujer que ha sido capaz de aparecer en la portada de Vogue hasta en siete ocasiones. Sin embargo, sus esfuerzos por convertirse en toda una leyenda dentro del mundo de la moda han sido arduos a lo largo de su vida. Su primer contacto con el mundo de la moda lo tuvo a los 13 años, cuando asistió con su abuela en Caracas a un espectáculo de alta costura de Cristóbal Balenciaga. Precisamente, fue su abuela la que la animaba a seguir los diseños de firmas como Lanvin o Dior. De aquí hasta ser considerada la diseñadora de moda hispana más reconocida a nivel mundial hubo que trabajar mucho y fuerte.
Sus inicios y sus primeros contactos con la alta sociedad
En 1957, con apenas 18 años, Carolina Herrera se casó con Guillermo Behrens Tello, un terrateniente venezolano, con quien tuvo dos hijas, Mercedes y Ana Luisa. Al divorciarse en 1964, Carolina regresó con sus dos hijas pequeñas a la casa de sus padres. Mientras vivió allí, comenzó a trabajar como publicista para el diseñador de moda italiano Emilio Pucci. Carolina Herrera se casó en 1968 en Caracas con Reinaldo Herrera Guevara, editor de la revista Vanity Fair quien había heredado el título español del Marqués de Casa Torre a la muerte de su padre en 1962. Por tanto, Carolina ostentó el título de marquesa consorte de Casa Torre, hasta que se le retiró en 1992 tras no haber tenido Reinaldo ningún hijo varón. Muy pronto, la pareja se embarcó en un ritmo de vida digamos que un tanto internacional. Durante el día, pasaban tiempo con algunos miembros de la realeza, mientras que por las noches se codeaban con artistas de la talla de Andy Warhol o Mick Jagger. Carolina y Reinaldo tuvieron dos hijas, Carolina Adriana y Patricia Cristina, y en 1980 toda la familia se mudó definitivamente a Nueva York. Poco a poco, y a medida que Carolina Herrera comenzó a aparecer en las listas internacionales de los mejores vestidos del momento, la venezolana se decidió a comenzar una aventura relacionada con la moda. Bajo la influencia y el aliento del Conde Rudi Crespi y Diana Vreeland, editora jefe de la revista Vogue, Carolina comenzó a realizar sus primeros diseños. Así empezó realizando algunas muestras en Caracas.
El primer desfile de moda: comienza su popularidad
En otoño de 1980, Carolina Herrera ya había creado 20 diseños, los cuales mostró a una serie de amigos y conocidos en el apartamento de un amigo en Park Avenue (Nueva York). Muy pronto, estos diseños comenzaron a ser muy populares, hasta el punto de que una gran cantidad de compradores quisieron hacerse con ellos. No en vano, una conocida boutique de Park Avenue, Martha’s, acordó con Carolina exhibir estos diseños en sus escaparates. Aún sin una compañía oficial ni medios de producción suficientes, Herrera buscó un patrocinador y encontró a Armando de Armas, un empresario venezolano dedicado al sector del periodismo y la distribución mundial de publicaciones quien se aprestó rápidamente a financiar los trabajos de la diseñadora. En pocos meses, Carolina Herrera abrió una sala de exposiciones en Nueva York, lo que se tradujo poco después, en 1981, en la primera muestra de su colección completa en la ciudad estadounidense. Un primer desfile en el que participó Iman, la que más tarde se convertiría en toda una super modelo. A pesar de algunas primeras críticas negativas, la compañía de Herrera iba creciendo poco a poco gracias a la confianza de algunos clientes distinguidos. Entre ellos se encontraban, por citar dos ejemplos emblemáticos, Estee Lauder, la fundadora de la conocida firma de cosméticos, y Jacqueline Kennedy Onassis, la ex esposa del presidente norteamericano Kennedy.
Más recientemente sería la diseñadora encargada de vestir a la por entonces Primera Dama, Michelle Obama. Pero ya en 1982, vestía a figuras tan destacadas como la princesa Isabel de Yugoslavia, la reina de Inglaterra Isabel II, Ivana Trump, Nancy Reagan o Kathleen Turner.Sus primeras fragancias y tiendas
La popularidad de Carolina Herrera fue en aumento al ser una de las primeras diseñadoras en utilizar los hombros acolchados en las prendas. Una popularidad que se hizo manifiesta cuando en 1986 se encargó de diseñar el vestido de novia para Caroline Kennedy, hija de Jacqueline y John Fitzgerald Kennedy. El éxito de este evento, junto a sus innovadores diseños y colecciones, convirtieron a Carolina Herrera en una de las grandes sensaciones del momento en el mundo de la moda en Estados Unidos. Esto supuso que su compañía pronto lograra expandirse hasta ofrecer vestidos a medida, conjuntos para novias y nuevas líneas de creación. En 1988, Carolina Herrera lanzó su primera fragancia, seguida de una serie de accesorios exclusivos y una línea de gafas. Tres años después, en 1991 lanzó su primera fragancia masculina, obteniendo todo un éxito. Hasta el momento ha lanzado ya un total de 60 perfumes. Todo esto le sirvió para abrir su primera gran tienda, en el año 2000, en el corazón de Manhattan en Nueva York. Dos años después, logró abrir una boutique en Madrid, siendo la primera tienda en abrir fuera de Estados Unidos. Por aquel entonces, el New York Times ya ponderaba la elegancia de los diseños de Herrera.
Los premios y distinciones de Carolina Herrera
A lo largo de su vida, Carolina Herrera ha recibido una serie de grandes distinciones y premios. Algunos de los más destacados y sobresalientes son la Medalla de Oro del Instituto Español Reina Sofía (1997), la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en España (2002), Diseñadora del Año en Ropa de Mujer (2004) y el Premio Geoffrey Beene Lifetime Achievement Award (2008). Conocida por su elegancia y la complejidad de sus diseños y fragancias, el estilo de Carolina Herrera es muy glamouroso y sofisticado. Los diseños de su compañía reflejan, en definitiva, su propio estilo personal elegante y sofisticado.