Cuando tenemos una boda de invierno entramos en un terreno en el que la moda puede brillar con todo su esplendor. ¿La razón? El frío nos da la excusa perfecta para jugar con capas, las texturas y complementos que, en otras estaciones, podrían resultar excesivos. Desde abrigos elegantes hasta vestidos de manga larga, guantes, gorros... los eventos invernales se convierten en el escenario ideal para deslumbrar. Sin embargo, y a pesar de tener un abanico casi infinito de opciones, lograr un look de invitada impecable para una boda en esta temporada sigue siendo un reto.
En una boda de invierno es tan fácil acertar como 'patinar'. Esto fue lo que le ocurrió a Paula Echevarría, que, este fin de semana, asistió a una boda con un vestido que no podía encajar mejor con un enlace en estas fechas. ¡Analicémoslos con detenimiento y ficha las prendas que sacó de su armario la asturiana!
El vestido de invitada de Paula Echevarría para una boda de invierno: un acierto absoluto
Para la ocasión, Paula apostó por un vestido de Coosy, una firma española que, en los últimos años, se ha consolidado como un referente absoluto en la moda para invitadas. Diseños elegantes, femeninos, muy originales y confeccionados en España son la carta de presentación de esta marca que triunfa entre quienes buscan piezas únicas para eventos especiales.
El vestido elegido por Paula es un claro ejemplo del estilo que define a Coosy. Este diseño es una auténtica joya para el invierno, pues es un modelo que podemos llevar incluso a diario; con una silueta sofisticada y detalles que favorecen a todos los cuerpos. Confeccionado en un tejido cálido de alta calidad, el vestido combina tonos oscuros como grises y azules. Además, en la versión que Paula llevó, desgraciadamente ya agotada en la página web oficial de la firma, contaba con rayas verticales en un intenso morado oscuro, un detalle que encajaba también con la elección de algunos de sus complementos.
Vestido Ingrid estampado de Coosy 180 euros
El diseño se ajusta a la cintura gracias a costuras entalladas y ribetes a contraste. Este pequeño detalle no solo enmarca la figura de manera favorecedora, sino que delata, sin ninguna duda, que es un vestido con el marchamo 'Coosy'. Las mangas largas con discretas hombreras y su corte midi hacen que sea una pieza perfecta para bodas de invierno, sobre todo ahora que las prescriptoras de moda han asegurado que este 2025 la vuela de los años 80 es un hecho.
Disponible en la web de Coosy por 180 euros, este vestido es una de esas inversiones que podrás sacar a pasear de año en año. Además, su versatilidad lo hace ideal para combinar con botas altas para un look casual o con stilettos para ocasiones más formales. Sin embargo, en el caso de Paula, la elección de calzado fue lo que empañó este maravilloso conjunto.
El 'patinazo'; unas botas que rompen la magia
Si bien el vestido era un acierto indiscutible, la elección de calzado de Paula Echevarría se quedó a medio gas. La actriz optó por unas botas negras de caña alta y de tacón mediano, con punta angulosa y un diseño que, aunque perfectamente válido para un look casual, resultó poco apropiado para un evento formal como una boda.
Aunque la moda está hecha para experimentar y saltarse el protocolo está cada vez más a la orden del día, las botas suelen asociarse más a looks relajados, perfectos para un día en la oficina, una cena o una tarde de paseo, que con una ceremonia elegante. En el caso de Paula, pese a que podía haber innovado con unos high heels, unos Mary Janes de tacón mediano o, incluso, si prefería ir cómoda, con unas bailarinas, eligió unas botas que desdibujaron el look.
Unas sandalias de terciopelo o unos salones cerrados en tonos oscuros habrían sido una opción mucho más acertada para complementar el vestido y mantener ese aire sofisticado que destilaba el vestido.
Bolso Puzzle mini en piel de ternera de Loewe 2.100 euros
A pesar del 'traspié' con el calzado, Paula acertó de lleno con sus accesorios, que lograron elevar el conjunto. En primer lugar, destacó una diadema negra de terciopelo, un complemento que no solo es pura tendencia, sino que también añadía un toque romántico y elegante a su outfit.
Por otro lado, el gran protagonista de los accesorios fue su bolso, nada menos que el icónico modelo Puzzlede Loewe en un vibrante tono buganvilla. Este bolso, cuyo precio ronda los 2.100 euros, es ya un clásico moderno que equilibra a la perfección estilo y funcionalidad. El contraste entre el tono oscuro del vestido y el color vivo del bolso aportó frescura y dinamismo al conjunto.