El paso atrás de la Reina Letizia: Por qué ya no quiere impactar y ni seducir

Hasta hace no mucho cada salida pública de la Reina era una fiesta para las Letizia Watchers (término que en su día acuñó el experto en moda y estilo Carlos García-Calvo, fallecido en 2020, y que hacía referencia a las blogueras fascinadas por todos los estilismos de la Reina). Y decimos "era" porque de un tiempo a esta parte Doña Letizia ha preferido mostrar su faceta más sobria, contenida y clásica. 

Incluso en la inauguración de ARCO (Feria de Arte Contemporáneo de Madrid), donde en años pasados nos dio grandes alegrías estilísticas, en esta edición ha mostrado un perfil bajo.

Eso no quiere decir que se haya olvidado de la moda, ni mucho menos. El mejor ejemplo ha sido el look que lució hace unos días en Oviedo, con un traje masculino de raya diplomática, falsa corbata y mocasines, para presidir el Día Mundial de las Enfermedades Raras, pero ahora prefiere esa tendencia más silenciosa, quizás acorde con estos tiempos grises y convulsos.

 Aunque siempre se ha dicho que la Reina Letizia no quería que su ropa eclipsara su trabajo, lo cierto es que a lo largo de estos años, tanto en su etapa como Princesa de Asturias como ya desde hace más de diez años como Reina consorte, no ha podido evitar que sus estilismos ocuparan todos los titulares.

A ello ha ayudado que tiene una percha perfecta, por lo que todo le sienta bien, y que siempre la hemos visto muy atenta a las últimas tendencias. Incluso ha llegado a recibir más de una crítica de los sectores más conservadores en temas de protocolo cuestionando que más que una royal parecía una auténtica estrella de Hollywood...

Los trajes de chaqueta, su perfecto comodín

En los últimos meses, salvo raras excepciones, la Reina nos ha mostrados su imagen más ejecutiva. Impecable, pero sacando del armario esos trajes de chaqueta atemporales que resuelven el estilismo sin demasiadas complicaciones. Una imagen working girl, que es la mejor prueba de ese cambio de rumbo.

Sin embargo, estos trajes de chaqueta, más o menos tendencia, no han restado nada a su gran estilo. Lo demostró hace unas semanas cuando acudió junto al Rey Felipe al Banco de España para ver los retratos que les habían hecho la fotógrafa Annie Leibovitz. Allí, recuperó el traje rojo con pantalón split de Carolina Herrera para enfrentarse a la glamurosa imagen de su foto vestida de Balenciaga.

Dos Letizias muy diferentes, aunque igual de magníficas como la propia Lebovitz se encargó de remarcar nada más verla: "La próxima vez te retratamos así. ¡Estás muy guapa hoy!". Y es que el rojo ha sido desde siempre uno de sus colores favoritos y más favorecedores.

El tweed y los zapatos bajos

No solo los trajes de chaqueta se han convertido en su mejor comodín en esta etapa, también la sobriedad del tweed y de las faldas midi la han conquistados. Unos conjuntos que rezuman elegancia, pero a la vez sobriedad (en ocasiones hasta severidad) y un clasicismo atemporal.

Para esta nueva etapa el calzado ha sido un punto de inflexión. El problema en sus pies, en concreto el Neuroma de Morton que padece, la han obligado a bajarse de los infinitos stilettos que fueron durante años sus mejores aliados.

Subida a doce centímetros su presencia era todavía más poderosa. Ahora nos hemos acostumbrado a sus mocasines y a sus kitten heels, que, aunque tendencia, no llegan al glamour de unos buenos taconazos. 

Adiós a sus plumas, minifaldas, transparencias, encajes, espaldas al aire, diseños cut out, botas infinitas... ¿Es su comedido armario actual más royal que nunca?

La evolución de Felipe Varela a Eva Fernández

La Reina ha seguido su propia hoja de ruta. Si en sus primeros años su modisto de cabecera fue Felipe Varela, la llegada a La Zarzuela en 2005 de la estilista Eva Fernández revolucionó el vestidor regio. Se abrió a otros diseñadores, muchos de ellas pequeñas firmas emergentes que tienen en Doña Letizia a la mejor modelo posible para posicionar su marca, y sus looks se volvieron más rompedores, frescos y fashion.

Tanto en la era Varela como después vimos a Doña Letizia con espaldas bordadas, escotes más o menos generosos (dentro de los límites permitidos para una royal), minifaldas, vestidos flapper, tops con plumas, vestidos palabra de honor, cañeras prendas de cuero, botas mosqueteras... Sorpresas estilísticas que ahora dosifica a cuentagotas.

Algunos de esos looks de antaño causaron un gran revuelo en su momento ¿eran apropiados en el armario de una Princesa o Reina? Doña Letizia marcó su impronta en el Palacio de La Zarzuela y también lo hizo en cuestión de moda, aunque quizás en sus comienzos fue más producto de la inseguridad y de buscar su propia voz.

Los sorprendentes looks flapper y galácticos

En la retina todavía recordamos el look flapper de Teresa Helbig que la Reina llevó en la entrega del Premio Francisco Cerecedo en 2017, donde impactó con un vestido blanco mini de volantes con cristales y tirantes en contraste.

 No menos sorprendente fue también su puesta en escena en los Premios Mariano de Cavia, Luca de Tena y Mingote de 2016, donde su estilismo galáctico también rompió moldes. Entonces eligió un vestido ajustado de Nina Ricci de rayas de lentejuelas de colores, que acompañó de un marcado maquillaje marcado y un peinado efecto wet.

Quienes vieron en él un estilismo muy hollywoodiense no estaban muy desencaminados, ya que el mismo diseño de la colección Resort lo lució Nicole Kidman en tono burdeos.

En estos más de 20 años la lista de espectaculares looks sería interminable, con los ligeros vestidos mini durante sus vacaciones en Palma de Mallorca o espectaculares trajes de gala en las cenas de Estado dignos de la mejor alfombra roja. O con complementos tan atrevidos como las botas mosqueteras.

La nueva Letizia más sobria, incluso también en el peinado, apostando por la melena con canas y dejando atrás los habituales y variados recogidos del pasado, no sabemos si ha venido parar quedarse o en cualquier momento nos sorprende sacando de su vestidor otro impactante look.