Máxima de Holanda deslumbra como nunca con todos los looks que ha lucido en su viaje a Austria

A su llegada a Austria, la reina holandesa quiso hacer un guiño a uno de los colores de la bandera del país con un total look en rojo. Confió en Natan, una de sus firmas de cabecera, para su vestido con capelina, que también combinó con complementos en el mismo tono: guantes, cartera de Sofia de Habsburgo, y salones en rojo y vinilo, además de la gran pamela (que merece su propio comentario).
Máxima es una amante de las joyas y aprovecha cada acto importante para abrir el espectacular joyero real. En esta ocasión llevó un broche de un lazo de diamantes, una pera colgante con doble fila de diamantes del que dentro cuelga otro colgante más pequeño con una perla en forma de gota, que combinó con unos pendientes de perlas.

Nadie luce los grandes sombreros y pamelas, los tocados más llamativos y originales o los turbantes como ella. Para completar este look en rojo optó por una pamela de un diseño clásico en el mismo tono, de Fabienne Delvigne.

Para la cena que el presidente austriaco, Alexander Van der Bellen, y su esposa, Doris Schmidauer, ofrecieron a los Reyes de Holanda en el Palacio Belvedere de Viena, Máxima eligió un vestido blanco asimétrico, con una manga abullonada y pequeña cola, de Stella McCartney, que ya había estrenado en 2019. Aunque el vestido era bonito, lo realmente impactante del look fueron las joyas. Eligió la tiara Guillermina, una de sus preferidas, formada por una guirnalda de diamantes rematada por siete grandes perlas, que acompañó de un espectacular broche que consta de un gran lazo con cinco diamantes rosas, del que sobresalen guirnaldas de las que cuelgan tres perlas en forma de pera y un lazo más pequeño. Unos pendientes largos de diamantes rematados en una perla completaban el look.

Los Reyes acudieron a un concierto en el Wiener Konzerthaus, el templo de la música clásica en Viena, en el que Máxima dejó a todo el mundo con la boca abierta al elegir este vestido Jan Taminiau. Lo había estrenado en otro viaje de Estado que realizó a Portugal en 2017, pero no por eso ha dejado de maravillarnos cuando se lo hemos visto de nuevo.
También impresionante fue la gargantilla de diamantes de la que prendía un broche de diamantes con un rubí central y los pendientes a juego.

Es un maravilloso diseño de vestido-capa largo realizado en crepé, con un gran movimiento, en tres colores en degradé. Comienza con el rojo intenso pasa a un tono maquillaje que se rompe con el negro para pasar de nuevo al maquillaje. Máxima lo combinó con una cartera rígida en negro y unas sandalias de tiras con pequeña plataforma, también en negro.

En la maleta también llevó vestidos de cóctel muy elegantes, como este diseño lápiz de encaje azul sobre un fondo nude que hacía un juego visual muy sugerente, con original cuello y deshilachado, de Natan, que combinó con un tocado de la misma tela del vestido. Lució salones con lazo y clutch empolvado, además de los guantes de piel en el mismo tono, gafas de sol y pendientes de diamantes y aguamarina.

En su ultimo día en Austria lució un vestido de gasa verde estampado con grandes flores en tonos tierra, de cuello Perkins, bajo asimétrico y capa (un diseño que se repite en muchos de sus vestidos). Un cinturón de cuerda marrón marcaba su silueta, el mismo tono que eligió para los complementos, como las sandalias de pulsera con una tira.

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Máxima de Holanda coronó este look con una diadema marrón de rafía con una gran flor y un abanico.