Más de veinte días después de su fulminante despido, Marta López volvía anoche al que fuera su lugar de trabajo habitual. La colaboradora acudía a Sábado Deluxe para explicar su parte de la historia y para dejar a todos con la boca abierta. Y es que muchas cosas han ocurrido desde que el pasado 20 de agosto Mediaset lanzara un importante comunicado en el que daba a conocer la noticia de que la cadena prescindía de la colaboración de la exconcursante de Gran Hermano. Sin embargo, y aunque ha sido la protagonista de la parrilla televisiva de los últimos meses, nadie esperaba verla por allí. Para sorpresa de los que han sido durante años sus compañeros de trabajo, Marta entró al plató de Sálvame más seria que de costumbre, visiblemente más delgada y con un look de lo más enigmático repleto de mensajes ocultos que probablemente tuvieran mucho que ver con lo acontecido en las últimas semanas.
La colaboradora sabía que era un momento decisivo. Es por ello por lo que tenemos claro que cuidó hasta el más mínimo detalle de su estilismo. Si cuando conocíamos la noticia de su despido, la colaboradora publicó una sutil foto con un vestido de luto; para resurgir de sus cenizas, la ex gran hermana volvía a repetir fórmula y, como si se tratase de la Morticia Adams patria, apostaba por un vestido de encaje. Un color idóneo para lanzar el mensaje que ella buscaba. Sin embargo, más allá del luto, hubo muchos otros detalles fashionsitas que nos llamaron la atención.
Mensajes ocultos en el look más esperado de Marta López
El vestido negro de encaje, firmado por Mön20Xx Couture, era de lo más sensual. Ajustado y lleno de escotes y transparencias, fue una elección de lo más acertada pues Marta López quería mostrar a la audiencia y a sus compañeros los kilos que había perdido; claro síntoma de haber pasado por una mala racha. De hecho, en su cuenta de Instagram no dudaba en remarcarlo cuando su tocaya la modelo Marta López la piropeaba. «Demasiado flaca», respondía la colaboradora al comentario de la novia de Kiko Matamoros. Las prendas ajustadas son las que mejor marcan nuestra figura y la expareja de Alfonso Merlos lo sabe de sobra.
Además del color y la talla del vestido, Marta López también cuidó otros muchos detalles. A modo de complemento, la colaboradora más polémica llevó un colgante por la espalda que, repleto de brillantes, destacaba por lo que representaba. Se trataba de un largo colgante del que pendía una gran calavera con auriculares. Por todos es sabido que los esqueletos no son sinónimo de nada bueno. ¿Estará Marta queriendo dejar a sus espaldas el mal trago que ha vivido en las últimas semanas? ¿Querrá decir algo a sus compañeros de programa con esta simbología tan mística? Tenemos muchas dudas y, por ahora, muy pocas respuestas.