Aunque los Oscar siempre destilan glamour, esta vez hacemos un repaso a los grandes patinazos de los galardones.
La gala de los premios Oscar se presenta siempre como una de las grandes noches del año. La fiesta por excelencia del séptimo arte es también una auténtica pasarela de glamour. De obligatorio cumplimiento es estar perfecta ante los focos. Sin embargo, repasando la historia de los galardones encontramos destacados patinazos. Diseños imposibles, estampados terribles, confecciones nada favorecedoras... Hacemos un repaso a los estilismos más horrorosos.
Cher protagoniza algunos de los errores en clave de estilo más memorables. Dejó a todos los espectadores con la boca abierta cuando se alzó con el Oscar a la ‘Mejor Actriz’ gracias a su papel en ‘Hechizo de luna’ en 1988. Aunque años antes ya había conseguido su objetivo: impactar con su atuendo. Durante la 58 edición de los Premios de la Academia, celebrados en 1986, la artista optó por un indescriptible look compuesto por tocado, top de pedrería y una falda larga de paillettes.
Patinazos de auténtico Oscar
Si hay otra artista controvertida por su forma de vestir esa es, sin duda, Helena Bonham Carter. La actriz británica tiene un estilo propio que nunca deja a nadie indiferente. Tenemos que viajar en el tiempo hasta el año 2011 para rescatar este difícil vestido con cuerpo de corsé en terciopelo confeccionado por la diseñadora de vestuario Colleen Atwood.
El look que llevó Geena Davis en 1992 es otro de los que difícilmente podremos olvidar. Un modelo blanco de tirantes, con guantes y una inexplicable cola de volantes. Un modelo que combinó con medias y unos zapatos de tacón con lazo. Mientras que Uma Thurman patinó en la edición celebrada en 1999 con un diseño de tejido drapeado, falda abullonada y detalles brillantes. Una mezcla de tendencias que confirmaba nuevamente que menos siempre es más.
En la memoria de los más cinéfilos aún resonará el vestido estilo lago de los cines de Björk. Fue en 2001 cuando se convirtió en una de las grandes protagonistas sobre la alfombra roja gracias a su atuendo. En aquella edición estaba nominada a la 'Mejor Canción Original' por I’ve seen it all, un premio que finalmente no se llevó y fue a parar a Bob Dylan. La cantante y compositora islandesa optó en aquella ocasión por una creación del diseñador Marjan Pejoski de origen Macedonio. Un outfit muy osado por el que le llovieron las críticas y, aún hoy, lidera las listas de las peor vestidas de la historia de los Premios Oscar.
Aunque si hablamos de batacazos es imposible obviar el diseño que Demi Moore lució en 1989. Una cita a la que acudió del brazo del que fuera su marido, Bruce Willis, con un diseño estampado que se había atrevido a confeccionar ella misma. Un vestido que mezclaba un pantalón de ciclista con un corsé en la parte de arriba y una especie de capa trasera.