Todavía queda una larga temporada de bodas, bautizos y comuniones y lo más seguro es que ya estéis pensando en qué calzado poneros sin destrozaros los pies. Los high heels estilizan la silueta, alargan las piernas y equilibran nuestras medidas, eso sí, pueden ser una tortura si llevas varias horas de pie. Es por ello que una firma de zapatos ha creado el invento que todas las amantes de los tacones estábamos esperando. La marca Vice Versa ha diseñado unos zapatos de tacón que se pliegan para convertirse en un calzado plano de estilo bailarina. ¡Son preciosas! Te contamos todo sobre este nuevo calzado viral a continuación.

Las invitadas están de enhorabuena. Ya nunca tendrán que volver a sufrir el dolor en la planta del pie, y la horrorosa presión de los dedos de un tacón bonito, pero de vértigo. La novedosa firma Vice Versa que juega con el nombre del adverbio latino que indica dos elementos que se pueden invertir para referirse al zapato de tacón y al zapato plano en un solo calzado. Desde hace días se ha viralizado en redes sociales y son muchas las mujeres que se han quedado ojipláticas con este invento tan chic. 

zapato tacón plano
Cortesía Vice Versa

Vice Versa: revoluciona el mundo del calzado con unos tacones que se convierten en zapato plano

Según la filosofía de esta nueva empresa en el zapato que ofrecen: "lo viejo se une a lo nuevo: una mezcla desenfadada del glamour retro de Hollywood, el estilo femenino de Georgia O'Keeffe y metales y materiales de calidad espacial". ¿Cómo se utilizan os preguntaréis? Muy sencillo, estos zapatos de tacón tienen un mecanismo que hace el tacón completo se pueda plegar y esconder bajo la suela, por lo que podemos pasar de un zapato kitten, muy de moda, o un poco más elevado, a unas bailarinas con tira al tobillo en menos de un minuto. ¿No es fantástico? Es cierto que el precio es elevado, pero ¿quién no hubiera vendido su alma al diablo al volver de fiesta por unas manoletinas? Las podéis encontrar en la web oficial de la marca a un precio que oscila entre 350 y 400 euros y, la verdad, poco nos parece para el sufrimiento del que nos salva.