Después de tener que anular el acto que iba a protagonizar con su hermana con motivo del Día del Ambiente debido a las malas condiciones metereológicas, la princesa Leonor ha vuelto a la vida pública junto a toda la Familia Real. Ha sido en el acto de imposición de condecoraciones de la orden del Mérito Civil, en el Palacio Real con motivo del VII aniversario de la proclamación del rey Felipe VI. Este 2021 está siendo un año especial para la princesa de Asturias, cada vez con más presencia en los actos institucionales, entre ellos su debut en solitario, el pasado 24 de marzo en la conmemoración del 30 aniversario del Instituto Cervantes en su sede de Madrid.
A lo largo de todos estos meses hemos podido comprobar que la princesa Leonor se siente más segura ante el foco público. Sonríe, saluda, incluso contesta a alguna pregunta y la timidez ha ido dejando paso al aplomo con el que afronta el paso adelante como heredera.
El cambio también ha llegado desde hace tiempo a su estilo. Y la mejor prueba de ello la tuvimos en su confirmación, donde vimos a Leonor como una adolescente. Su vestido azul y sus zapatos de tacón nude de Carolina Herrera, junto con la melena más corta que ahora luce, fueron la imagen del cambio.
El salto definitivo de la princesa Leonor
En este acto la Princesa ha dado un paso más y por primera vez la hemos visto vestida de "persona mayor". Leonor ha lucido un vestido en crepé ligero azul, el color que elige para las grandes ocasiones, por debajo de la rodilla con gran caída, escote a la caja, corte evasé, con detalles de frunce lateral y manga corta con unos originales pliegues en los hombros. El vestido es el modelo Victoria de la nueva colección de Vogana, una firma andaluza especializada en trajes de invitadas, y tiene un precio de 259 euros. Está disponible en la web en todas las talles, de la XS a la L ¿Cuánto durará?
Lo combinó con los salones destalonados nude, de Carolina Herrera, que también lució el día de la confirmación.
Prendida en el vestido llevaba la insignia de la Orden del Toisón de Oro, que su padre le concedió el 31 de octubre de 2015, con motivo de su décimo cumpleaños, pero que su padre le impuso tres años después, en el que fue el primer acto oficial protagonizado por la heredera al trono.
La línea del vestido nos recuerda a algunos de los que tiene en su armario la reina Letizia, vestidos de líneas sencillas pero con algún detalle diferenciador que le dan ese plus. Con su elección la princesa de Asturias parece que va a seguir el mismo camino de su madre, haciendo la perfecta combinacíón entre las tendencias y la contención que requieren los actos institucionales.