El Palacio de Liria no solo es un enclave histórico de incalculable valor, sino también un epicentro cultural que, con el paso del tiempo, ha sabido reinventarse sin perder un ápice de su esencia aristocrática. Desde que la familia Alba decidió abrir sus puertas al público, este majestuoso edificio ha funcionado como museo y como escenario de exposiciones itinerantes que se renuevan periódicamente. En esta ocasión, la protagonista es la artista portuguesa Joana Vasconcelos con su muestra Flamboyant, una exhibición que inunda los salones y jardines del palacio con originales y coloridas esculturas e instalaciones monumentales que desafían la tradición con su característico juego de materiales y dimensiones no precísamente delicadas o de bolsillo.
La inauguración de la muestra esta mañana ha congregado a una nutrida representación de la aristocracia, la realeza y la alta sociedad madrileña. Entre los asistentes, destacaron figuras como el Rey Felipe VI, miembros de la familia Alba y socialités que convirtieron el evento en una auténtica pasarela de estilo. De Eugenia Martínez de Irujo a Carmen Lomana, repasamos los looks más destacados de una mañana en la que la no han faltado los estilismos de alto impacto.
Eugenia Martínez de Irujo y Narcís Rebollo en el Palacio de Liria
(Gtres)
El último look de Eugenia Martínez de Irujo: cuello babero y vivos a contraste
Siempre fiel a su estilo ecléctico y bohemio, Eugenia Martínez de Irujo apostó por un look de inspiración romántica con un vestido de su querida Teresa Helbig en blanco y negro que no pasó desapercibido. La pieza, de silueta midi, destacaba por su falda con capas para crear ese toque de volumen a partir de tul y enaguas. Sin embargo, el verdadero punto focal del conjunto fue el llamativo cuello babero en blanco, que contrastaba con el el tejido negro del vestido y se extendía en un panel plisado en la parte delantera, simulando una suerte de babero de inspiración vintage.
Detalles como los bolsillos en blanco y las mangas ligeramente abullonadas reforzaban ese aire nostálgico con el que tanto coquetea la Duquesa de Montoro. Por otro lado, la esposa de Narcís Rebollo remató el look con unas sandalias de plataformas XXL -otro básico en el zapatero de Eugenia-en color blanco roto. mientras que los complementos discretos y el calzado de tacón moderado equilibraban el conjunto, resultando en un look impecable, con ese punto naíf que tanto caracteriza a la duquesa de Montoro.
Alicia Koplowitz apuesta por un traje color berenjena para visitar la última exposición del Palacio de Liria
(Gtres)
Alicia Koplowitz y su dos piezas berenjena con taconazos
La empresaria, discreta pero siempre impecable, se decantó por un elegante dos piezas que estaba a caballo entre el tono burgundy que está triunfando esta temporada y el color berenjena que se desmarca de este color tan, digamos, mainstream. La chaqueta de líneas rectas y corte clásico aportaba sobriedad al conjunto, igual que el top negro de escote redondo; mientras que el pantalón sastre de tiro alto hacía que sus piernas se vieran más largas y estilizadas.
¿El truco escondido? Unos salones de tacón fino de vértigo que asomaban por el bajo del pantalón. Los complementos, en la misma gama cromática que los salones pero en diferentes texturas, redondeaban un look: la montura brillante de las gafas de sol, la piel del bolso shoulder... todo confirmaba, una vez más, el refinado gusto de Koplowitz.
Carmen Lomana y su dos piezas de Dior en el gris que ha tomado por completo la temporada
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Carmen Lomana y su dos piezas de Dior
Si hay algo que Carmen Lomana domina a la perfección es el arte de la sofisticación clásica. La socialité apostó por un dos piezas de Dior en gris marengo con una silueta claramente inspirada en el mítico New Look de la maison. La chaqueta, sobria y con una botonadura frontal triple, ceñía la cintura de la coleccionista de moda con una precisión milimétrica, mientras que la falda midi en A aportaba ese volumen controlado que evocaba la feminidad de los años 50.
Un estilismo que, aunque tradicional, resultó de lo más actual gracias a los accesorios con los que Lomana lo complementó: unos zapatos de tacón sensato, tipo slingback y un bolso negro de mano con cremalleras y detalles dorados. Hay que admitir que la elección de Carmen Lomana fue de lo más acertada. Lo que ella no esperaba era que otra invitada, Belén Corsini, apostaba por un estilismo tan parecido que podrían haber sido pensados por el mismo estilista.
Sofía Palazuelo y Belén Corsini visitan la muestra Flamboyant de Joana Vasconcelos
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Sofía Palazuelo y Belén Corsini visitan la muestra Flamboyant con dos looks muy sobrios
Si hay una figura de la aristocracia española que representa lo que ahora llaman 'chic effortless', esa elegancia con la que parece haber nacido, esa es la Duquesa de Huéscar. Para la inauguración de Flamboyant, la esposa de Fernando Fitz-James Stuart y Solís apostó por un conjunto negro que exudaba minimalismo y que nos hacía preguntarnos... ¿Es la familia Alba al completo la nueva embajadora de Dior? La chaqueta bar fue la elección por la que se decantaron tanto Belén Corsini, como Carmen Lomana y, sí, Sofía Palazuelo.
Una chaqueta que intenta potenciar la silueta reloj de arena con unas discretas pinzas en el talle que disimulan cualquier tipo de curvita. Además, las solapas discretas aportaban sobriedad, mientras que la falda midi con botonadura dorada en la abertura hacía el resto. La aristócrata se dejó ver tan impecable como siempre y remató el look con un recogido desenfadado y accesorios en negro (bolso Lady Dior) que reforzaban la armonía monocromática del look.
Belén Corsini siguió la estela de Carmen Lomana apostando por otro dos piezas de Dior con una clara inspiración en el New Look, pero con un giro más contemporáneo. La sutil diferencia la marcó la elección de los complementos. En su caso, la aristócrata combinó la chaqueta y la falda midi con un jersey de cuello cisne en color negro. Sin embargo, los icónicos slingbacks de Dior fueron otro punto en común de ambos looks: con ribete del logo de la firma y tacón tipo coma, la única diferencia de los salones fue el acabado; los salones de Belén Corsini, con encaje; los de Lomana, más sobrios, en un total black.