Juan Ferrando, director de Diseño de Moda de la Universidad Nebrija, analiza el estilo de la Infanta Sofía: “Dulce, romántica y con un toque bohemio”

Al cumplir 18 años el 29 de abril, la Infanta Sofía se consolida como una de las jóvenes royals con mayor proyección dentro del panorama europeo. Su estilo, que ha ido evolucionando discretamente en los últimos años, refleja una personalidad cercana, espontánea y cada vez más segura de sí misma. Aunque mantiene un perfil bajo en comparación con su hermana, la Princesa Leonor, Sofía ha sabido captar la atención del público gracias a su frescura y a una manera muy natural de interpretar el protocolo con un toque personal.

Lejos de los excesos y las excentricidades, la Infanta Sofía ha optado por una estética sencilla, coherente con su edad y con los valores de la Casa Real. Con cada aparición pública, confirma que es capaz de adaptar las tendencias a su estilo sin perder ni un ápice de sofisticación. En actos oficiales, en eventos internacionales o en citas más informales, su armario habla de una joven que ha encontrado en la moda una herramienta de expresión sin renunciar a la comodidad ni a su esencia.

“La Infanta Sofia llega a los 18 años, y es un momento crucial, deja la adolescencia y empieza su era de mujer, pero en estos años ha conseguido crear su identidad y personalidad. En ella vemos a una joven dulce, romántica y un toque bohemio que nos recuerda a su abuela, la Reina Sofia o a su tía abuela Irene de Grecia”, explica Juan Ferrando, director de Diseño de Moda de la Universidad Nebrija.

Apuesta por firmas españolas

Uno de los rasgos más destacables del estilo de Sofía es su apoyo constante a las firmas de moda españolas. Desde Zara y Mango hasta diseños más especiales de The IQ Collection, Cayro Woman o Bruna, la hija menor de los Reyes de España da visibilidad al talento nacional con acierto y discreción. “Por la naturaleza de su agenda y vivir fuera de España, Sofia está un poco alejada del foco mediático, y cuando aparece no es común que repita firma, pero sí que es norma que siempre vista de moda española, lo cual es positivo por el alcance que tienen”, afirma el experto.

Suele elegir prendas de líneas limpias, cortes favorecedores y tejidos naturales, en una combinación perfecta entre funcionalidad y elegancia. “Es cierto que en los actos oficiales que presiden, el protocolo de vestimenta hace que las veamos vestidas formales, pero se ven ligeras diferencias entre ellas. Sofia recurre más a los estampados, o cortes en las prendas más deconstruidas o con “cut-outs” (pequeñas aberturas) que dejan ver su piel”, continua.

Además, en sus looks predomina la paleta de colores neutros, empolvados y pastel, que aportan luminosidad a su imagen y se adaptan fácilmente a las diferentes ocasiones. Aunque en algunas apariciones ha apostado por tonalidades más intensas como el azul klein o el rojo cereza, es evidente que Sofía se siente especialmente cómoda con estilismos suaves que resaltan su frescura juvenil.

Una silueta relajada, pero cuidada

A diferencia de otras royals europeas, la Infanta Sofía ha construido su estilo sin excesiva rigidez. Prefiere siluetas relajadas, vestidos de corte evasé, pantalones palazzo o blazers fluidos, que le permiten moverse con libertad sin perder elegancia.

El minimalismo parece ser su aliado, aunque no teme incorporar detalles como volantes sutiles, plisados o mangas abullonadas que aportan un punto de romanticismo contemporáneo.

Sus elecciones estilísticas están claramente pensadas para potenciar su estatura y complexión esbelta, sin caer en el artificio. Incluso en eventos formales, donde se espera un mayor despliegue de estilo, Sofía opta por un estilo muy en sintonía con su edad.

Ese equilibrio entre lo formal y lo desenfadado es precisamente lo que está consolidando su identidad visual. “En las ocasiones que vemos a la Infanta oficiales, es común verla con monos, como en su confirmación o en algunos premios, o vestidos ligeramente más cortos que a su hermana, es decir, por encima de la rodilla, algo totalmente común en chicas jóvenes”, añade el director.

Accesorios discretos y calzado cómodo

En cuanto a los complementos, la Infanta Sofía sigue una línea de máxima sencillez. Rara vez lleva pendientes llamativos, collares o pulseras, apostando por joyas pequeñas y delicadas.

Su calzado favorito para los compromisos diurnos suele ser el de estilo bailarinas, mocasines planos o sneakers blancas, dejando los tacones bajos para ocasiones más formales. “En pocas ocasiones la hemos visto con tacón, esto creo que responde a una cuestión de edad y estilística, tenemos que tener en cuenta que la Infanta Sofia es muy alta, 1,81cm, por lo que el uso de bailarina es lo común en ella, con esto, consiguen igualarla con su hermana, que si es frecuente verla con zapatos de salón con tacón”, comenta.

Este enfoque refuerza su imagen de naturalidad, sin pretensiones, que la convierte en una figura inspiradora para muchas adolescentes que ven en ella un referente realista de estilo. Incluso en celebraciones oficiales o viajes al extranjero, Sofía mantiene su compromiso con la funcionalidad y el confort, lo que demuestra una madurez estilística poco habitual para su edad.

El futuro estilístico de una royal en construcción

A medida que van pasando los años, todo indica que el estilo de la Infanta Sofía continuará evolucionando, incorporando poco a poco una mayor sofisticación sin perder esa cercanía que la caracteriza. Su modo de vestir habla de una generación de royals más consciente, sostenible y en contacto con la realidad, que entiende la moda como una extensión de sus valores y no como una herramienta de distinción forzada.

Con una proyección creciente dentro y fuera de España, y un estilo cada vez más depurado, Sofía apunta a convertirse en una royal que, sin buscar protagonismo, lo obtiene por derecho propio. Y aunque aún está construyendo su camino, lo hace con pasos firmes, sencillos y estilosos.