Hacía ya una temporada que no se prodigaba en actos sociales, pero la que fuera presidenta de la Comunidad de Madrid ha hecho una excepción para acudir a una entrega de premios en la capital. Y para ir, ha elegido un atuendo bastante llamativo y no solo eso, Esperanza Aguirre se ha decantado por un look moderno de esos que no solemos ver entre la clase política.
Un poco de color a una noche de galardones
Era la entrega de los galardones periodísticos de El Mundo y Esperanza Aguirre acudió con un estilismo de esos que ponen color a las frías noches de invierno. Y a la expolítica no le faltaba un perejil. El look constaba de unos pantalones de terciopelo sueltos, con cordones a la cintura y una camisa dorada con un estampado con toque étnicos per también con volantes y hasta unas plumas en la parte frontal del pecho, cerca del hombro.
Complementaba sus pantalones de terciopelo con unos zapatos animal print que eran lo más anacrónico del look. Se trataba de unos peep toes, esos zapatos con una abertura delantera que dejan ver los dedos de los pies. Estaban hechos en estampado de serpiente y resultaban desactualizados no tanto por el animal print, que está muy presente esta temporada como por la forma.
Los zapatos, el fallo del look
Y es que hace ya unas cuantas temporadas que este tipo de zapatos desaparecieron de los vestidores de casi todo el mundo dejando espacio para salones clásicos y mule. Aunque además hay que decir que hay otra razón para olvidarse de estos zapatos estos días: la climatología, porque el tiempo no acompaña para llevar un zapato abierto.
Cerraba el look un bolso de estampado étnico, con pasley por un lado y bordados en la parte frontal y la correa de sujeción. La pieza estaba confeccionada en tonos tierra con toques rojos, verdes y azules, por lo que iba en sintonía con el pantalón pero también con la mascarilla, que era del mismo color que esa prenda que lucía sin cinturón y sin adornos.
La sobriedad de los invitados
El colorido look de Esperanza para los premios llamó la atención en una cita en la que la mayoría de los invitados, entre los que estaban Carmen Posadas y Marta Robles, apostaron por el clasicismo. Vestidos negros hasta los pies, trajes de chaqueta clásicos y algunos reinterpretado en rojo, uno de los colores de la temporada para los trajes sastre marcaron la tónica de una noche en la que Esperanza se visitó a su manera.