Aún no ha llegado el día en el que, analizando de arriba a abajo un estilismo de Irene Rosales, no nos haya gustado. La colaboradora de Viva la vida tiene un sentido de la moda excepcional y todo lo que se pone nos resulta especialmente acertado. No falla nunca. O, al menos, delante de las cámaras no lo ha hecho jamás. Ya sea con una camisa de corte camisero, con una falda de animal print o con un vestido efecto cuero, la sevillana consigue, fin de semana tras fin de semana, enamorarnos gracias a sus modelitos. Siempre que pisa el plató, lo hace con sus mejores galas y, aunque suele apostar por las mismas marcas y tiendas, es rara la vez que no logra sorprendernos con alguna prenda, algún complemento o alguna combinación de lo más especial. Y esto último es precisamente lo que ocurrió en la tarde del sábado, cuando la joven aparecía en el programa con un vestidazo muy acertado que llegó a combinar con hasta dos zapatos diferentes.

Irene Rosales combina su vestidazo con unos bonitos botines pero también con una originales zapatillas deportivas

La mujer de Kiko Rivera, para trabajar en la sobremesa del pasado sábado en Telecinco, optó por un bonito vestido de color azul eléctrico que le sentaba como un guante y que no podía estar más en tendencia. Se trata de un modelo tipo blazer cruzada con botones joya que, sin duda, conseguía sacar lo mejor de la colaboradora. Concretamente hablamos del modelo Royal (de 149 euros) de la firma 42º latitud Norte, una de las marcas favoritas de la ganadora de Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition. La prenda, que era de lo más original (y muy corta), ayudaba a que la joven consiguiese  marcar su espectacular silueta y así lograse enamorarnos a todos.

Sin embargo, en esta ocasión, no ha sido el vestido lo que más nos ha llamado la atención; si no que ha sido la manera en la que Irene Rosales ha decidido combinarlo. Mientras estaba en directo, la influencer lo llevó con unos sencillos botines negros de charol. No obstante, una vez se apagaron las cámaras y ella se disponía a salir a cenar, lo conjuntó con unas coloridas sneakers. Dos formas radicalmente distintas de llevar una misma prenda. Una más elegante y la otra más cómoda pero, por muy extraño que parezca, ambas resultan completamente acertadas. ¿Qué os parece a vosotras?