Esta temporada, las novedades en calzado vienen pisando fuerte. Y no, no es un cliché: es una advertencia. Literal. Porque si algo tienen en común los zapatos que vamos a ver desde abril hasta septiembre es que no se parecen en nada —o casi nada— a lo que tienes ahora mismo en el zapatero. Son híbridos imposibles, reinterpretaciones con mucho pasado, innovaciones sin complejos o directamente rarezas que, como ocurre con las tendencias que empiezan a asomar —y que cambian la historia— primero nos dejan desconcertadas y, luego, nos fascinan.
Sandalias que parecen zapatillas, zapatillas que se creen mules, alpargatas con alma de escultura, sneakers que vienen del pasado y una auténtica revolución "mash-up" que mezcla lo retro con lo utilitario y lo cómodo con lo cool. ¿El resultado? Zapateros convertidos en bazares de tendencias. Pero no te preocupes: entre tanta propuesta vanguardista, también hay espacio para las clásicas que buscan ese equilibrio entre diseño atemporal y pisada segura. Sea cual sea tu destino de vacaciones, tenemos el zapato que te acompañará como mejor compañero de viaje. Y, créeme, no necesitarás más.
Trece de Hune en Krack 79,95 euros
Krack - Hune
Trece de Hune: para pasear por las calles de Lisboa como si fueras la protagonista de un videoclip dosmilero
Las Trece de Hune (disponibles en Krack por 79,95 euros) son la respuesta definitiva para quienes nunca superaron el 2003. Una reinterpretación absolutamente genial del híbrido sneaker-salón, con cordones y tacón kitten que parecen sacados del vestuario de una pop star en pleno rodaje. Tienen ese aire de zapatilla urbana con el estilo de un zapato formal, pero sin la rigidez del protocolo. Y aunque pueda parecer una excentricidad, lo cierto es que son increíblemente versátiles.
Imagina el suelo empedrado de Lisboa, un conjunto de falda vaquera y crop top deportivo, y tú bajando la Rua Augusta como si estuvieras en un videoclip de Bad Gyal. Van de maravilla con minivestidos, pantalones cargo o incluso con trajes de dos piezas si sabes jugar al contraste. Es el calzado perfecto para las que no quieren renunciar al tacón pero tampoco a la comodidad de unas zapatillas. Un must para las adictas a la estética Y2K que no temen pisar fuerte (ni distinto).
Illetes bronce de Pla 130 euros
Pla
Illetes de Pla: para perderte en Mallorca y encontrarte a ti misma
No hay mejor definición para los zuecos Illetes que la que proporciona la propia marca Pla: están hechos a mano con una sola trenza de yute que va girando con gracia sobre un forro de algodón. La suela está formada por dos capas, una textil y otra de crepé natural, que actúan como colchón silencioso bajo tus pasos. El resultado es un calzado ecológico, precioso, funcional y absolutamente mediterráneo. Llevan el ADN de las islas, de los mercados artesanales, de los veranos sin hora.
Llévalos con un vestido vaporoso de lino blanco, un capazo de palma y el pelo algo enredado por la sal. Son perfectos para caminar por el paseo marítimo de tu casita de playa o para colarte en una cena informal donde todo el mundo va descalzo, pero tú llevas arte en los pies. También casan con un conjunto de dos piezas en tonos tierra o con unos shorts de crochet y camisa oversized. Son ese tipo de zapato que no compite con tu propio look: lo eleva.
Clog leather overstitch de Mou 249 euros
Mou
Clog Leather Overstitch de Mou: para una escapada al norte con sabor a naturaleza y lujo consciente
¿Zueco o flatform? El nuevo modelo de Mou (249 euros) no necesita etiquetas. Hecho artesanalmente con ante, costuras de ganchillo y tachuelas metálicas, es uno de los grandes aciertos de la temporada. Tiene una altura de 6,7 cm, lo justo para estilizar las piernas sin dejarte la espalda en el intento, y una plantilla acolchada que es, literalmente, como caminar sobre un sofá. Es el calzado ideal para las que entienden la moda como una extensión de su personalidad: fuerte, diferente y cómoda.
Con ellos podrías perderte por un bosque gallego, bajar hasta la playa de las Catedrales y terminar la tarde en una terraza con vistas al Cantábrico, copa de albariño en mano. Combínalos con vaqueros amplios, jerséis de lino fino o vestidos boho con manga larga. También encajan con looks más urbanos si te atreves a jugar al contraste. Es ese tipo de calzado que no pasa desapercibido, pero no necesita gritar para hacerse notar.
Zapatos casuales Caterpillar Crossover Slip On de CAT 42,97 euros
CAT
Caterpillar Crossover Slip On de Cat: para descubrir Berlín sin perder ni un solo tren (ni el estilo)
Amarillos como el tranvía berlinés y tan cómodos como unas pantuflas de hotel de cinco estrellas, los Crossover Slip On de Caterpillar (42,97 euros) son una maravilla de la ingeniería funcional. “¿Necesita un zapato que se ponga rápidamente? ¿Quieres una zapatilla con la que puedas holgazanear por la casa? La Crossover responde a ambas". Esta descripción lo dice todo. Se deslizan como mantequilla, tienen suela outdoor pero alma de calzado indoor, y cuentan con tecnología CLEANSPORT NXT™ que mantiene el olor bajo control. Vamos, que son una fantasía para la vida real.
Keen x Études NewPort Retro 150 euros
Keen
Keen x Études Newport Retro : para perderte por la ciudad o la montaña como una nómada chic
Un diseño a medio camino entre la sandalia técnica y la sneaker veraniega. Las Newport Retro de Keen x Études (150 euros) combinan una parte superior sintética con cierre de cordones elásticos y suela de goma ultraresistente, puntera reforzada incluida. Tienen logotipos bordados y un diseño que te enamorará, sobre todo si lo combinas con shorts técnicos, tops deportivos, monos de algodón orgánico o faldas midi de denim. Son el zapato ideal para visitar calas escondidas en la isla, caminar por calles adoquinadas o tomar un café con vistas al mar.
Arizona de Puma en Krack 110 euros
Krack - Puma
Arizona de Puma: para volver a tu ciudad con estilo (y no tener que pensártelo demasiado)
Y para las más clásicas, que disfrutan de la novedad solo si tiene alma vintage, las Arizona de Puma (disponibles en Krack por 110 euros) son una opción magistral. Con ese aire setentero que recuerda a las zapatillas de entrenamiento de nuestros padres, pero con una combinación de colores que grita "soy moderna y lo sabes". Amarillo, negro y blanco, suela de goma y ese diseño limpio y reconocible que nunca falla. Perfectas para quienes no quieren complicarse, pero tampoco aburrirse.
Funciona con absolutamente todo: jeans rectos, trajes fluidos, vestidos midi estampados, faldas lápiz con camisetas oversize... Son un fondo de armario disfrazado de tendencia. Porque lo clásico, bien entendido, no caduca. Estas zapatillas son el billete de vuelta a lo familiar, pero con actitud renovada. Como quien vuelve a casa después del viaje, con la maleta llena de experiencias… y al menos un par de zapatos nuevos.