La nueva temporada ya está a la vuelta de la esquina, e igual que tenemos ropa que solo nos ponemos durante unas semanas al año, también hay bolsos y mochilas que van asociados a esas excursiones a la playa y a esas cenas a 30 grados. Por eso, ahora que tenemos que volver a la vida real, también nuestro armario necesita un cambio para que nuestros bolsos sigan las tendencias para esta temporada otoño invierno.
Continúa la tendencia 'effortless'
Para la próxima temporada se llevan las prendas cómodas y prácticas, como los monos o los leggins. Se trata de lucir como si nos vistiéramos con aparente falta de esfuerzo. Por eso siguen los pantalones wide leg, los tejidos deportivos y también los vestidos amplios y los camiseros. Estos últimos, por suerte, además constituyen una oportunidad estupenda de crear looks de oficina sin tener que dedicar demasiado tiempo a conjuntar.
Enfocado en esa falta de esfuerzo a la hora de vestir, esta temporada vuelve a tener cabida casi todo en lo que a bolsos se refiere. Se mantienen los shopper para el día que tan útiles resultan para acudir a reuniones o moverse de un sitio a otro, pero también entran las mochilas.
Las mochilas vienen con diseños más cuadrados que otras temporadas. Más a caballo entre el bolso de mano y una suerte de cartapacio con asas que con forma de bolsa escolar, pero este tipo de complementos también tienen su hueco, para alegría de quienes gustan de pasear libremente.
Por eso tampoco las bandoleras no abandonan la pugna por estar de moda. Se presentan en versión más boho para acompañar esos vestidos largos y en tonos tierra para ir de la mano de otra de las grandes tendencias de la temporada, las botas de cowboy, que de hecho han empezado a aparecer en los armarios de las influencers antes de que acabe el verano.
De la tarde a la noche
La innovación en lo que a bolsos se refiere llega en las tardes y las noches. Ahí, sin abandonar el minimalismo, aparecen los toques de distinción. El asunto esta temporada va de las líneas depuradas, sin demasiados adornos de algunos diseñadores hasta el cambio de texturas en otras firmas.
Bolsos de mano rígidos, en tonos claros, y acabados como el blanco perlado se ven las caras con los grandes clásicos, los bolsos tipo sobre. Peor también hay carteras de formas rectangulares y tejidos blandos, con diseños coloridos hechos mediante distintas técnicas. Ahí tienen cabida tanto el tejido como el collage. Todo es válido si nos sirve para romper con lo habitual.