Carolina se ha dejado ver con uno de sus espectaculares trajes de Chanel en el Día Nacional de Mónaco, pero esta vez ha apostado por el color de la temporada.

La familia Grimaldi al completo se ha vuelto a reunir por el Día Nacional de Mónaco. En este festejo, que durante décadas nos ha dejado los mejores estilismos de las royals del principado, hemos podido ver a Carolina de Mónaco lucir uno de sus dos piezas de tweed favoritos; a Estefanía de Mónaco vestida de pies a cabeza del rojo vibrante más chic de la temporada y a una Charlène renovada que derrochaba buen gusto y distinción.

Todos los años este evento se ha convertido en un despliegue de elegancia, la moda y la familia Grimaldi se llevan de maravilla. En esta ocasión, Carolina ha vuelto a sacar de su armario uno de sus prendas de tweed que nunca le fallan, pero ha aprovechado el boom del rosa fucsia para denotar que, aunque fiel a su estilo, está al tanto de las tendencias de la temporada.

El traje más clásico de Carolina vuelve a ver la luz durante el Día Nacional de Mónaco

La princesa de Hannover ha lucido un abrigo de Chanel, una firma que siempre ha estado ligada a su estilo. La prenda tenía un cuello redondo muy clásico y un ribete entretejido con hilo plateado que combinaba con los botones joya del frente de la prenda. Además, ha coronado su estilismo con una pamela negra y unos pendientes a juego con el vestido, con un brillante rosa precioso.

En cambio, Charlène se ha dejado ver con un estilismo que es completa tendencia. El estilo minimalista, que siempre ha estado muy presente en el armario de la princesa consorte, está ahora más en boga que nunca. La pieza central del look fue un gran abrigo blanco con cuello redondo, sin solapas y con botonadura cubierta que le llegaba hasta los pies. Por eso, la esposa de Alberto de Mónaco le ha dado todo el protagonismo a sus complementos. Por un lado, una gran pamela negra de ala ancha, similar a la que lucía Carolina, que iba a conjunto con unos guantes de cuero y con el calzado.

Estefanía de Mónaco apostó por un traje de dos piezas, falda y chaqueta, en el rojo vibrante por el que han apostado muchas firmas de moda en sus últimas colecciones. Su total red look lo completó con una blusa de seda roja con lazada el cuello, aunque prefirió prescindir del tocado.