Se acerca el día más romántico del año. Aunque sean muchos quienes la vean como una fecha meramente comercial, si estás enamorada es prácticamente imposible que no caigas en las redes de San Valentín. Y si no lo estás, también puedes hacer un guiño al 14 de febrero. No sabemos si Carmen Lomana está viviendo su particular historia de amor (lo último que nos contó durante el confinamiento es que estaba saliendo con un empresario del que no quiso dar más datos, y tampoco conocimos en los meses siguiente), aunque siempre ha reconocido que su gran amor ha sido y será su marido, Guillermo Capdevila, fallecido en un accidente de tráfico en 1999.

Pero enamorada o no, Carmen nos ha deleitado con el look más elegante para una cita de San Valentín. Porque este año nos decantamos mejor por una comida romántica que por una cena debido a las restricciones de horarios en todas las Comunidades Autónomas.

Siempre elegante y absolutamente chic, Lomana ya demostró durante los largos meses de confinamiento de la primavera pasada que tiene un armario repleto de tesoros. Y lo que es todavía más importante, sabe qué llevar y cómo llevarlo en cada ocasión, nunca la hemos pillado en una salida de tono, ni en un estilismo desacertado.

Uno de los últimos nos ha enamorado totalmente, con unos pequeños guiños que lo hacen ideal para la cita más elegante en San Valentín.

El look más elegante para San Valentín

En su caso no era una cita amorosa, fue para una visita a la residencia del Embajador de Francia. Pero Carmen Lomana no pudo elegir un estilismo más perfecto, e incluso con un chic francés. Recurrió a la eterna elegancia del blanco y negro con un pantalón recto tobillero y una chaqueta de tweed en negro, combinado con una camisa de lunares de gran lazada al cuello y volantes. Si la camisa daba el toque romántico, los complementos pusieron el guiño de color ante la sobriedad y clasicismo del look. Y, además, son ideales para lucirlos en el estilismo de San Valentín.

Carmen lució el bolso más icónicos de todos, el 2.55 de Chanel en versión maxi y en un favorecedor rosa chicle y unos divertidos salones negros con besos estampados de Prada. ¿Hay mejores complementos? La respuesta es no, aunque solo estén al alcance de unos pocos bolsillos privilegiados.