Tiene uno de los vestidores más envidiados de este país y suele estar siempre muy acertada con sus elecciones. Incluso cuando el acto requiere de un dress code especial.  Carmen Lomana ha acudido a una fiesta de cumpleaños con un look que la convirtió en una de las más elegante, gracias a su vestido que es pura inspiración para invitadas.

El look de Carmen Lomana en el cumpleaños de una amiga

El cumpleaños se celebraba bajo el eslogan de ‘fiebre del sábado noche’, y se inspiraba en la época de la cinta que daba nombre a la fiesta. Dado que la película se estrenó en 1977 y llegó a nuestro país un poco más tarde, la inspiración del vestuario estaba a caballo entre los 70 y el underground de los 80 y así lo entendió Carmen Lomana. La empresaria eligió un vestido de color salmón y tejido de raso que le sentaba de maravilla.

Según contaba ella misma el diseño era obra del modisto Fernando Claro, que estos días también ha vestido a otras famosas, como Lara Álvarez para asistir a una entrega de premios que tenía lugar esta misma semana.

El vestido de Carmen Lomana, de largo midi, no está a la venta en la web del diseñador, cuyos diseños suelen oscilar entre los 200 y los 800 euros para los vestidos de temporada. Así que o Lomana ha tirado de fondo de armario o nos encontraremos dentro de muy poco con creaciones como esta, que harán las delicias de las próximas invitadas de boda, como suele suceder con las creaciones de este diseñador.

Un color arriesgado, pero un look ganador

El color salmón es un tono tan divertido y vital como complicado de vestir, porque no favorece a todo el mundo. Sin embargo, Carmen Lomana lo lleva de maravilla y eso es en parte, gracias a los cortes estratégicos del diseño y también a los ribetes blancos que lo coronan en partes como el escote y los brazos. El vestido lleva también un cierre en torno al cuello y una espectacular abertura en las mangas que iba desde el hombro hasta el puño.

Carmen lo complementaba con una estola de piel en tono burdeos que, a priori podríamos pensar que no funcionaría con un tono como el coral, pero lo hace gracias a que Lomana conoce bien la teoría del color blocking. Y por eso, coloca prendas de colores lisos y de la misma gama cromática juntas o bien se va a los extremos porque sabe que ambas combinaciones funcionan, una por cercanía, la otra por puro contraste.