Pocas mujeres han representado el glamour, la sofisticación y el gusto por la moda como Isabel Preysler. Desde sus primeras apariciones públicas hasta convertirse en un auténtico icono de estilo, la socialité ha demostrado que la elegancia no necesita estridencias, solo coherencia, clase y una atención casi instintiva por los detalles en sus estilismos. En los años 80, una década dominada por los excesos estéticos, Isabel se mantuvo fiel a un estilo depurado, refinado y casi diplomático, que hablaba de lujo sin pronunciarlo, y que hoy sigue inspirando a muchas mujeres.
En una época marcada por las hombreras exageradas, los estampados imposibles y el maximalismo por bandera, ella apostaba por la elegancia contenida: líneas puras, colores sobrios, tejidos nobles y combinaciones cromáticas perfectamente medidas. Isabel era, sin duda, la excepción más 'fashionista' de los ochenta. Y si había una prenda que sintetizaba todo ese universo, era esa falda midi—estructurada, femenina, rotunda— que acaba de renacer (literalmente) en el catálogo de Zara.
Sí, esa misma falda que lució de camino al colegio con Tamara Falcó de su mano, y que ahora ha rescatado la firma gallega con una réplica casi exacta, llega como una cápsula del tiempo con la que volver a vestirse como una Preysler de los 80.
El increíble look de Isabel Preysler en los 80 para llevar a su hija al colegio
(Gtres)
El uniforme de una musa del estilo
En la imagen que acompaña estas líneas, Isabel Preysler aparece impecable como solo ella sabe estar. Vestida con un conjunto elegido con mucho tino, consigue transmitir una imagen de sofisticación serena y femenina, una suerte de “lujo tranquilo” avant la lettre.
Empecemos por la chaqueta azul bebé, de silueta estructurada y hombros marcados, siguiendo la estética dominante de la década. Lejos de caer en el exceso, la pieza equilibra proporciones con elegancia. El tejido parece tener cuerpo pero también caída, lo que le da ese aire entre formal tan propio de Isabel. Los botones en el mismo tono de la falda y la ausencia de adornos excesivos más allá de un lazo coqueto bajo el pecho permiten que el corte y el color sean los auténticos protagonistas.
Falda tubo punto liso de Zara 29,95 euros
Zara
Falda tubo punto liso de Zara 29,95 euros
Bajo la chaqueta, Isabel lleva una falda lápiz marrón chocolate, una de las prendas imprescindibles de su estilo. Entallada a la perfección, con el largo exacto por debajo de la rodilla y sin una sola arruga fuera de lugar, esta falda es la quintaesencia del power dressing con acento femenino. Ni demasiado agresiva, ni excesivamente recatada. Una prenda que encarna el equilibrio entre autoridad y delicadeza, ideal para una mujer que sabía cómo moverse con soltura entre la vida pública y la intimidad.
Como toque final, aparece un cinturón a juego en marrón chocolate con un pequeño lazo en el centro, que rompe sutilmente con la sobriedad del look y añade un guiño delicado, casi infantil. Este detalle subraya una de las reglas no escritas del estilo Preysler: la feminidad nunca está reñida con la sobriedad.
Un básico de fondo de armario para esta primavera
Zara
Azul bebé y marrón chocolate: una combinación que es puro equilibrio
En cuanto al calzado, unos salones clásicos en tono chocolate que alargan visualmente la figura sin interferir con el equilibrio cromático del look. Discretos, elegantes, funcionales. Unos zapatos que no pretenden robar protagonismo, sino completar una estética cuidadosamente medida.
Pero si hay algo que hace de este conjunto algo digno de análisis estilístico es su juego de colores. En un momento en el que la moda de los ochenta solía caer en contrastes radicales o monocromías severas, Isabel apostaba por un dúo de colores tan insólito como elegante: azul bebé y marrón chocolate.
Esta combinación, lejos de ser caprichosa, responde a una lógica estética brillante. El azul claro aporta frescura, juventud y luminosidad al rostro, mientras que el marrón oscuro sostiene el look desde la base, aporta estructura visual y suma sofisticación. El resultado es una mezcla que no sólo resulta armónica, sino que esta temporada no puede estar más en boga. El azul bebé y el amarillo mantequilla serán los dos mejores compañeros de viaje del marrón chocolate.
Zapato tacón piel punta cuadrada de Zara 49,95 euros
Zara
Hoy, que la estética vintage vuelve a estar en plena efervescencia y el quiet luxury se impone en las pasarelas y las calles, este binomio cromático cobra nuevo sentido. Y no es casualidad que Zara haya sabido interpretarlo con maestría.
Zara acaba de lanzar una falda lápiz marrón chocolate de corte midi que, para las amantes del estilo atemporal, nos servirá de comodín para imitar el look de la madre de Tamara Falcó.
Es, en esencia, la misma falda con la que Isabel Preysler caminó por las escalinatas de ese colegio en los 80, pero adaptada a 2025. No lleva adornos innecesarios, no necesita estampados ni costuras visibles. Su fuerza está en la silueta, en el tejido y en el tono. ¿Y lo mejor? Por menos de 30 euros.