La nueva edición de ‘Tu cara me suena’ ya ha arrancado y lo ha hecho con el esperado regreso de Ángel Llàcer tras enfermar de una bacteria en Vietnam, la salida de Carlos Latre para continuar en Telecinco, y la continuidad de Lolita y Chenoa. Precisamente, esta última, que sigue brillando en el programa de Antena 3, encontró un refugio en el que alejarse del bullicio de la capital el año pasado. Se trata de un pueblecito segoviano en el que compró una vivienda en la que sueña con adentrarse en la vida rural. La ex triunfita confesó que le gustaría tener gallinas, vacas y hasta un huerto. Y ha encontrado el lugar perfecto en el que conseguirlo.
Con poco más de cien habitantes, según los últimos datos del INE, Sotosalbos se levanta sobre una campiña en Segovia, Castilla y León. Se trata de un pueblecito de escasos 24 kilómetros cuadrados cuya principal forma de vida es la ganadería, aunque con el paso del tiempo y gracias a su cercanía a grandes ciudades, ha aumentado el turismo y los establecimientos hosteleros. Situado a los pies de la Sierra de Guadarrama, este histórico pueblo ha conquistado a la cantante, que se compró en 2024 una vivienda de estilo rústico de casi 100 metros cuadrados y con un bonito patio.
Tras su separación del que fuera su marido durante un año y medio, el doctor Miguel Sánchez Encinas, Chenoa se compró esta casita a tan solo una hora y veinte minutos de Madrid.
Tal y como desveló 'Vanitatis', la cantante adquirió a finales de octubre de 2024 una propiedad en Sotosalbos, un pequeño municipio segoviano. Una vivienda unifamiliar con un pequeño patio detrás, el cual ha demolido por completo para reconstruirla desde cero. Antes de su derrumbe, era una pequeña casona de pueblo situada en el núcleo urbano. Contaba con un diseño acogedor, construida en ladrillo y con dos pisos. Al parecer, eso sí, tenía problemas de aislamiento debido a las ventanas y puerta elaboradas en madera.
"Me gusta vivir en pueblo, me lo tomo todo con más calma. El reloj del tiempo cambia. Nos vamos al campo para disfrutar de los pueblos que tenemos en España", comentaba en su visita a 'El Hormiguero'. También ha expresado su deseo de tener conejos y liebres. Por otro lado, ha aprovechado para mandarle un beso a sus tres nuevas vecinas. "Son un encanto", ha afirmado. Eso sí, reconocía que pretendía que no se supiera que se ha comprado la vivienda.
Así es Sotalbos
"Fundada en el siglo XII sobre una campiña donada por los segovianos al Obispo y al Cabildo, la localidad, llamada Sotis Albis, se comenzó a poblar con gran rapidez y es a partir de mediados del s. XIII cuando comienza a denominarse Sotosalbos, sotos albos, que significa sotos blancos", explican desde el blog cultural 'Segovia, un buen plan'. En el siglo XIV, Juan Ruiz, arcipreste de Hita nombra a este pueblo serrano en el clásico de nuestra literatura el Libro de buen amor. "El aroma serrano del pueblo lo transmite todo su entorno, y se agradece cómo la cuidada arquitectura de las nuevas construcciones ha sabido salvaguardar la autenticidad del lugar", señalan desde la web.
Sotosalbos es una pintoresca villa situada en la provincia de Segovia, a poco más de una hora de Madrid. Con una población reducida de tan solo 135 habitantes, este pequeño enclave rural cuenta con una notable oferta hotelera, gastronómica y de turismo rural que acoge hoy el pueblo. Su entorno natural, marcado por una frondosa vegetación, convierte a Sotosalbos en un destino ideal para desconectar y disfrutar de unos días de calma en plena naturaleza, especialmente durante la primavera y el verano.
Aunque la verdadera joya de Sotosalbos es la iglesia de San Miguel, una de las iglesias románicas más admiradas de la provincia de Segovia.
Su otra vida en Madrid
Chenoa vive en Majadahonda, municipio al noroeste de Madrid, en un precioso piso, hogar que compartía con su exmarido, Miguel Sánchez Encinas. Gracias a su perfil de Instagram podemos conocer mejor cómo es su hogar y cuáles son sus rincones favoritos. A la ex triunfita le gusta fusionar tendencias y crear un estilo propio. Aire retro, ladrillo visto, cuadros muy coloridos y butacas de colores intensos junto a mesas auxiliares modernas. En su hogar madrileño combina elementos industriales con mucho color pero sin estridencias y con la madera como punto de unión. ¿Seguirá este estilo en su casita rústica?