En el corazón de Madrid, la periodista Alejandra Prat ha creado un hogar que es un auténtico reflejo de su personalidad: elegante, acogedor y funcional. Su residencia combina elementos clásicos con toques contemporáneos, logrando un equilibrio que destaca en cada rincón, siendo el salón el centro neurálgico de la vivienda que la periodista de 'Vamos a ver' comparte con su marido Juan Manuel Alcaraz y sus tres hijos. Te contamos todos los detalles.
La periodista Alejandra Prat, hija del recordado Joaquín Prat y hermana del presentador de 'Vamos a ver' Joaquín Prat Jr., ha conseguido consolidarse como un rostro habitual en los programas matinales de televisión en España. En paralelo a su creciente exposición mediática gracias a los programas en los que colabora, la comunicadora también ha permitido que sus seguidores descubran algunos rincones de su vida más privada, especialmente de su casa en Madrid, una residencia de estilo moderno y decoración neoclásica que es el refugio perfecto para su familia. Alejandra comparte su vivienda con su marido, Juan Manuel Alcaraz, y sus tres hijos. Su casa, situada en una zona residencial tranquila de la capital, es un fiel reflejo de su estilo de vida: equilibrado, familiar y sofisticado.
Uno de los espacios que más destacados de la vivienda es el salón, estéticamente impecable y repleto de detalles que denotan sensibilidad por el diseño de interiores de Alejandra Prat. La estancia, que Alejandra ha compartido en diversas publicaciones en sus redes sociales, destaca por su amplitud y luminosidad, dos factores que se han visto favorecidos por un gran ventanal que sustituye a una de las paredes principales. Esta apertura no solo permite una gran entrada de luz natural, sino que establece una conexión visual con el entorno exterior, transmitiendo una mayor sensación de amplitud a la vivienda.
![La casa de Alejandra Prat](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 800 1422"%3E%3C/svg%3E)
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La paleta cromática predominante en este espacio son los tonos neutros: grises, beiges y blancos. Esta elección cromática no es casual, ya que contribuye a generar una atmósfera relajante y sofisticada. En el centro del salón, un sofá en terciopelo gris actúa como pieza protagonista del espacio. A su alrededor, se sitúan butacas en tonos oscuros, una mesa de centro de mármol veteado negro, que es una pieza de diseño con gran personalidad, y una alfombra en tonos crudos que aporta calidez al ambiente. El toque clásico lo proporciona una obra de arte de gran formato, enmarcada en dorado, que cuelga sobre una de las paredes principales. Esta pieza no solo añade una estética más artística a la estancia, sino que demuestra la pasión de Alejandra Prat por el arte y la cultura.
Otro de los elementos más llamativos del salón es el suelo. Se trata de una tarima de madera clara, con un patrón geométrico que recuerda al parquet estilo Versalles, habitual en las residencias palaciegas francesas del siglo XVII. Esta elección, lejos de parecer fuera de lugar, combina a la perfección con el resto del mobiliario dándole al espacio de un aire muy elegante y atemporal.
![La casa de Alejandra Prat](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 800 1000"%3E%3C/svg%3E)
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La textura natural del suelo, junto con sus vetas marcadas, añade profundidad y riqueza estilística al espacio, actuando como contrapunto cálido frente a los tonos fríos del mobiliario y las estructuras metálicas. La vivienda también juega con los contrastes cromáticos de manera inteligente. Las puertas, ventanas y marcos interiores están pintados en un tono oscuro que resalta con elegancia sobre las paredes claras. Este recurso, además de aportar profundidad, transmite una mayor sensación de elegancia y diseño que está patente en toda la vivienda.
La cocina y el comedor, aunque no tan ampliamente documentados como el salón, siguen la misma línea estética: espacios amplios, bien iluminados y con materiales nobles como la madera, el acero inoxidable y el mármol. Las habitaciones de los niños, por su parte, han sido adaptadas a sus edades y necesidades, con una decoración más desenfadada pero igualmente elegante y sofisticada.
El estilo decorativo de Alejandra Prat parte de varias influencias. La paleta neutra, la importancia de la luz natural y el protagonismo de los materiales orgánicos definen claramente al diseño escandinavo que la periodista ha querido tener en su casa. Sin embargo, el uso de ciertos elementos ornamentales, como el cuadro dorado o el patrón del suelo, y la calidez general del espacio denotan también una fuerte inspiración mediterránea. Esta fusión entre lo nórdico y lo mediterráneo da como resultado una estética muy personal, que huye de lo impersonal para abrazar un estilo atemporal, cálido y familiar.
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En definitiva, la casa de Alejandra Prat en Madrid es mucho más que un lugar donde vivir: es un auténtico reflejo de su personalidad, sus valores familiares y su sensibilidad artística ya que es una apasionada del diseño de interiores. Un espacio donde la funcionalidad se encuentra con el diseño, y donde cada rincón está pensado para ser disfrutado y compartido en familia.