Es algo que afecta a muchas personas. Rostros conocidos como Hiba Abouk, Scarlett Johansson o Emma Watson, se han declarado públicamente perfeccionistas. Pero muchas veces esa excelencia buscada puede provocar malestar emocional y parálisis por análisis. Te contamos cómo puedes gestionar la tendencia al perfeccionismo para que no suponga un escollo en tu vida y en tu felicidad.
El efecto “parálisis por análisis”
El perfeccionismo en sí no es una cualidad negativa pero sí que puede convertirse en un problema cuando te paraliza y te impide actuar. ¿Qué es la parálisis por análisis?
Maïté Issa, coach y autora del best-seller Tu éxito es inevitable (Ed. Grijalbo), explica a SEMANA que “la parálisis por análisis es una situación de estancamiento a la que llegas porque has invertido demasiado tiempo en analizar, o incluso imaginar, las diferentes alternativas para solucionar un problema o asunto y esto te ha sobrepasado. En otras palabras, te lo has pensado tanto que no eres capaz de pasar de la fase de análisis a la fase de acción”.
¿De dónde proviene ese afán de perfeccionismo? “Algunas personas tienen este tipo de perfeccionismo debido a problemas de baja autoestima. Es un patrón de conducta que han podido desarrollar porque desde pequeñas han recibido críticas excesivas por parte de alguno de sus padres o cuidadores, y su forma de supervivencia fue el apego a estas normas excesivas”, nos cuenta la experta.
También advierte que tenemos que tener en cuenta la comparación constante a la que nos vemos sometidos actualmente y que se multiplica por el efecto de las redes sociales en nuestra vida. “Tenemos una sed insaciable de perfeccionismo en el resultado de nuestras acciones, porque sentimos que solo esto nos define. Ya no damos cabida al ensayo y error, y nos sentimos observadas en exceso y juzgadas por nuestros resultados”.
La frustración en el camino de la perfección
La perfección es un arma de doble filo porque puede dar ese empuje, esa motivación, la ambición para conseguir una meta, pero por otro lado, al no conseguir el objetivo marcado puede ser un elemento que dañe nuestra autoestima.
¿Es el perfeccionismo una fuente de alegrías o más bien de frustraciones? “Cuando tienes un mal manejo de la búsqueda de perfección de forma obsesiva, definitivamente puede ser una fuente de frustraciones”, afirma la coach.
Las redes sociales, por ejemplo, pueden perjudicar el amor propio y hacernos dudar de nuestras capacidades y posibilidades. ¿Podemos ponernos trabas al sentir esa desmotivación? "En pocos segundos desde tu móvil, puedes encontrar a más personas que hacen lo mismo que tú pero mucho mejor y esto desmotiva. Puede que pierdas el interés en seguir esto que tanto te gustaba hacer y saboteas tu propio proceso de aprendizaje y mejora”.
En otro contexto podríamos haber llevado más lejos nuestras capacidades y habilidades, sin embargo, al entrar en juego ese elemento desmotivador nuestra autoestima merma y entramos en un estado de frustración.
¿Pensamos demasiado antes de actuar y eso nos frena y frustra? “Sí. No llegas a la decisión, no sigues hasta la fase de la acción porque quieres estar segura de cada detalle antes de actuar. Y es imposible ese nivel de seguridad y predicción para cualquier propósito que emprendamos”, señala Issa.
¿Hay una falta de responsabilidad en los bloqueos?
Cuando no logramos una meta, muchas veces no es una cuestión de capacidades ni de habilidades sino de quedarse en un estado de bloqueo que nos impide perseguir nuestros objetivos.
¿Puede el perfeccionismo ejercer un bloqueo que impida que alcancemos nuestros sueños o metas? “Sí, de hecho es un bloqueo muy común. Detrás de la parálisis por análisis también hay un rechazo inconsciente a tomar responsabilidad por nuestras propias decisiones, por eso puedes ver que hay personas que prefieren mantenerse activos haciendo análisis, cuando en realidad están evitando tomar una decisión o esperan que otros la tomen por ellos”.
Esto podemos encontrarlo en áreas de trabajo específicas, pero también en las relaciones afectivas, amor de pareja y hasta en nuestra relación con la abundancia y el dinero.
Estrategias para trabajar la parálisis provocada por el perfeccionismo
La experta argumenta que podemos salir de ese estancamiento, de esa parálisis, si logramos pasar a la acción, sin importar si es o no exitosa. Al actuar no sabemos el resultado que vamos a obtener y puede, incluso, ser mejor del previsto en nuestra análisis previo.
Maïté nos ofrece 5 estrategias para poder salir de ese estado de bloqueo que provoca el perfeccionismo:
- Define una gran meta y su fecha: Reconoce qué es realmente lo que quieres lograr y que no, así no perderás tiempo en analizar cómo lograrlo. Puedes ayudarte de métodos de Manifestación diversos, como un mapa de deseos, incluso usar fotos. Esto mantendrá el foco de tu atención y tu motivación alta. Ponerle una fecha aproximada te va a ayudar a descartar más rápido todas las opciones que no te llevan a tu meta.
- Contrasta sin comparar: Usa tus experiencias pasadas, las que te han llevado a resultados exitosos, esos serán los modelos a seguir para obtener éxito en esta meta también. Recordar los errores puede servirte de aprendizaje, pero solo si eres capaz de que no te desmotiven. Presta atención a las emociones que experimentas, reconoce las que te producen ideas de fracaso que llevan al autosabotaje, y tampoco entres en comparaciones negativas con personas que ya han logrado lo que tú quieres lograr.
- Desarrolla tu intuición: El instinto es un cúmulo de aprendizaje y, la mejor forma de ejercitar la intuición es bajar los niveles de cortisol, respirar al menos cinco veces seguidas entre una tarea y otra, y practicar meditación. Con la mente en calma la toma de decisiones será mucho más acertada.
- Trabaja tu autoestima: Te ayudará mucho identificar los patrones que repites y que te hayan podido llevar a tener baja autoestima, a través de terapia y métodos de autoconocimiento. Una vez que los haces conscientes y puedes observarlos, cortar con ellos será mucho más fácil y podrás pasar a la acción con seguridad.
- Aplaude tu progreso, no tu perfección: Avanzar en pequeños logros, hacer ensayos y cometer errores, ganar experiencia, incluso pasar por algún bache de desmotivación y salir de allí para continuar, es un proceso vital que hay que seguir para alcanzar objetivos. Considéralos pequeños éxitos y aplaude el camino que has recorrido.