Nos recibe como a un amigo de toda la vida “¿No bebéis nada?”, nos pregunta nada más entrar en su casa, mientras se abre una lata de cerveza. Y es que, si por algo se caracteriza Mario Vaquerizo, es por hacerte sentir un miembro más de su pandilla de amigos cada vez que tienes un encuentro con él. El marido de Alaska nos recibe en su particular despacho-casa, para promocionarnos el nuevo disco las Nancys Rubias: Nancy Orquesta. Un grupo liderado por él y con el que recorrerán diferentes ciudades españolas durante este verano. “Me he peinado así en honor a Rocío Jurado, a mi madre no le gusta, pero a mí me encanta”, nos cuenta mientras se cambia y ropa y se prepara para la sesión. Mario mira a los ojos y te transmite sinceridad, nos habla de su mujer, su grupo, Sálvame y su relación con Jorge Javier.
¿Dónde estamos?
En mi despachito. Yo antes trabajaba en casa, pero me di cuenta que ese no podía ser mi lugar de trabajo porque no desconectaba. Entonces tuvimos la suerte de encontrar este espacio maravilloso, que en realidad no lo veo como un despacho. Lo como el chalet de verano en la Gran Vía, porque la terraza tiene un jacuzzi y, a veces, Olvido (Alaska) y yo en vez de irnos a Benidorm, pues cruzamos la Gran Vía y nos venimos aquí (se ríe). Este espacio a mí me libera mucho porque me permite sacar adelante lo que es mi día a día. Atender llamadas, coordinar las campañas...
¿Y por qué el verde?
Porque nos gusta. Esta casa está inspirada en los años 50 de Norteamérica y este es el verde que había en las casas cuando llegó la revolución de los electrodomésticos. Eso sí, después la hemos mezclado con la estética castellana de los 60.
¿Refleja esta casa tu personalidad?
Las casas son reflejo de lo que uno es, pero esta casa no es mía, es la casa de los dos y muestra todo ese universo que todo el mundo conoce que tenemos en común Alaska y yo.
Hablando de tu mujer, recientemente has estado tres días celebrando tu aniversario junto a tu mujer.
Nos ha venido muy bien porque, ¿sabes lo que ocurre? Que también tienes que hacer un esfuerzo porque nos dedicamos a lo que nos gusta. Somos unos privilegiados, pero trabajamos mucho. Yo no sé decir que no, porque tengo la suerte de que todo lo que me proponen me gusta de verdad. Y eso encierra un doble peligro porque no vives las cosas que haces como trabajo porque te divierte, pero en el fondo es un trabajo y después te olvidas de lo que es la vida doméstica.
¿Y cómo es vuestra vida?
Muy normal. Vemos la televisión, le hago una pizza, nos vemos unos documentales. Olvido es una persona que te organiza hasta el ocio (se ríe). ¿Y quién soy yo para cambiarla, si ella no me quiere cambiar a mí? Eso es respeto, eso es amor y eso es atracción. Y eso después de 24 años pues lo miras para atrás y… Yo cuando estoy solo con Olvido me lo paso mejor que cuando estoy con más gente. Son esos momentos que te apetece estar solo con esa persona.
Hace poco celebró sus 60 cumpleaños.
Olvido celebra su cumpleaños cada diez años y este año no tenía muchas ganas de hacerlo. Pero después fue muy feliz.
Se te ve muy enamorado, Mario.
Cada día estoy más enamorado de mi mujer.