Nos recibe con el cabello mojado y vestida de andar por casa. “Me habéis pillado en la ducha”, nos dice mientras nos mira con esos ojos azules que conquistaron a Sancho Gracia en la serie Curro Jiménez. Allí, Jenny Llada, nuestra protagonista, interpretó a su primera novia. SEMANA llega 10 minutos antes de lo previsto, pero, a cambio, le entrega un precioso ramo de flores. Jenny nos abre las puertas de su casa y posa por primera vez con su pareja, el prestigioso actor de doblaje Paco Vaquero. La actriz se confiesa y se rompe al recordar el duro golpe que le asestó la vida, hace apenas unos meses.
¿Cuánto tiempo llevas viviendo aquí?
Llegué a esta casa cuando mi hija tenía 5 años y ahora tiene 31 (risas). Antes vivía en Boadilla, al lado del chalé de Bárbara Rey, pero por el colegio de mi hija me trasladé al centro de Madrid. Siempre fue de mi propiedad, pero al principio la tenía alquilada.
¿Vivías aquí solo con tu hija?
Aquí vivía con mi madre y su hermana, que había enviudado. Mi madre murió con 92 años, después de cinco años de alzheimer. Yo soy una mujer que se ha criado entre mujeres y soy muy madraza.
Con tu hija tienes un vínculo muy grande.
Mi hija es mi orgullo, mi motor, mi vida, mi amiga…
¿Cómo ha llevado tu hija que su mamá fuera famosa?
Maravillosamente. Ella es una mujer diferente a mí. Es guapísima, creativa y muy estudiosa. Es el premio más gordo que le puede tocar a alguien. Está con un chico ideal y encantador. Es auditor y muy trabajador.
¿Eres buena suegra?
Yo lo quiero como un hijo.
¿Eres cocinillas?
Cuando murieron mi madre y mi tía tuve que aprender a cocinar. Eso me ayudó a superar la depresión que pasé cuando falleció mi madre. Ella fue una mujer que nunca se separó de mí. De hecho, yo me compré esta casa para independizarme y mira, al final acabó conmigo.
Hace unos meses la vida te pegó un gran susto.
Me tuve que hacer una colonoscopia recientemente para un trabajo y el resultado fue que me habían salido seis pólipos enormes. Pasé mucho miedo durante un mes hasta que me dieron los resultados y me dijeron que se podían operar y que no eran negativos. Aún tengo dos pequeñitos que no me los puedo quitar hasta dentro de seis meses.
Vemos que estás felizmente enamorada, aunque esta es la primera vez que posas con él.
Me siento muy enamorada y afortunada. La convivencia no es fácil cuando ya tienes cierta edad, pero todo lo demás lo compensa. Después de cuatro años juntos puedo decir que lo amo.
¿Cómo os conocisteis?
Nosotros fuimos novios cuando éramos muy jóvenes, pero luego, por lasm circunstancias, resultó imposible por mis trabajos.
¿A qué se dedica?
Él es actor y director de doblaje. De los mejores
¿Y qué tal se lleva con tu niña?
Fenomenal. Se llevan muy bien.
Hablando de relaciones. Fuiste muy amiga de Bárbara Rey. ¿Crees que finalmente se producirá una reconciliación entre la ‘vedette’ y su hijo?
Yo creo que les queda muchísimo para llegar a ese entendimiento. Aunque Ángel ama a su madre al igual que Bárbara ama a sus hijos.
Él demostró tenerte mucho cariño cuando acudiste a ¡D Viernes!.
Yo para él era como una tía y aquí me van a tener siempre. En mi casa tenían cena, comida… Lo cierto es que tenía la cabeza en todo menos en lo que tenía que hacer una persona de su edad, que es estudiar.
Recientemente han salido unas imágenes de Bárbara manteniendo un conflicto en las afueras de un Bingo ¿Qué te parece esta recaída?
Bárbara lleva muchos años que no está bien.
Eráis muy amigas.
Desde que éramos jovencitas siempre la he admirado. La veía mucho más guapa que yo, más alta, mucho más famosa ... Le tenía admiración, no envidia.
¿Te gustaría una reconciliación con ella?
Por mí sí. Yo es que la quiero mucho, pero a mí me molestó lo que dijo de mí en televisión.
¿Cambiarías algo de tu pasado?
Algunos comportamientos.
¿En qué sentido?
Sobre todo, en las relaciones. Yo soy muy cariñosa, muy paciente, pero tengo genio y, a veces, exploto por pequeñas cosas. Yo soy súper sensible y una mala palabra me hace daño. A lo largo de mi vida, para superar algunos baches, me he escudado en la juventud y en las puertas que estaban por abrirse, pero los años pesan y resurgir cuesta cada vez más.
Has tenido una gran carrera. Por ejemplo, fuiste la primera novia en la ficción de Sancho Gracia en Curro Jiménez ¿Cómo has vivido todo lo sucedido con el tema de su nieto?
Yo lo he pasado fatal por Rodolfo. Si Sancho viese todo lo que está pasando con su nieto… No sé cómo lo hubiera podido asimilar.
Cosechaste mucho éxito, pero, ¿Cómo vivías aquellos tiempos en los que no te sonaba el teléfono?
Muy mal, porque aparte de que hay que trabajar, lo mío era más sentimental. Necesito sentirme viva. Yo he producido, he hecho mis programas de televisión producidos por mí, he contratado a Chiquito de la Calzada, a Arévalo… Mi cabeza no para y ahora he frenado más, pero porque he querido y porque también no puedo hacer ciertos trabajos. Ya no me veo en un espectáculo levantando la pierna.
¿Cómo era tu relación con Arévalo?
Era mi hermano. Mi hija le llamaba tío. Puedo decirte que era tanta la unión que temíamos que la hija de Paquito, su nieta, se concibió en mi casa. Todos los días hablo con el niño y ahora dice que se va a venir un fin de semana a casa. Yo los quiero muchísimo. Para mí es mi familia y su partida me ha roto de dolor.
¿Has ganado mucho dinero como para poderte retirar del espectáculo?
Yo he trabajado toda mi vida y, además de dedicarme a hacer teatro y producirlo, me he dedicado también a comprar una casita y luego venderla, comprar un terrenito y con otros socios hacer un chalecito y venderlo… Vamos, que me administro bien.
¡Y vaya que si te has administrado bien!
Es que yo he tenido una madre con un cerebro fuera de lo normal y que tenía una visión muy del futuro.
¿Crees que España es un país que no valora a sus artistas?
No nos cuida, cuida solo a algunos. Es curioso, porque hay algunos que son como intocables y hay otros que no.
¿Qué te pide el cuerpo ahora?
Me encantaría ser colaborada de un programa, estar en Fiesta, por ejemplo. Me volvería loca de felicidad porque me gusta mucho hablar y lo hago bien.
¿Y MasterChef?
Es algo que también me gustaría hacer. Cocino delicioso, pero la presentación tendría que mejorarla (risas).